La cuestión es si Scholz, primero como alcalde y luego como ministro de finanzas, ejerció influencia sobre la administración tributaria para evitar que se exigieran pagos pendientes al banco Warburg. «No tuve influencia en el caso del banco Warburg. No hubo influencia de la política en el proceso fiscal», dijo Scholz al comité del parlamento regional de la ciudad-estado de Hamburgo.
El caso Warburg pertenece al escándalo conocido como «cum ex» en torno a las prácticas bancarias en el que se creó una especie de carrusel de compra y aprovechamiento de acciones para reclamar en última instancia la devolución de impuestos que nunca se habían pagado.
Esta práctica representó pérdidas de miles de millones para el erario y se ha sospechado que Scholz, en su época de alcalde-gobernador de Hamburgo, colaboró con los banqueros Christian Olearius y Max Warburg para evitar que la práctica fuera debidamente perseguida.
Según Scholz, la sospecha se basa en «conjeturas que no tienen sustento». Asegura no conocer los detalles de la investigación que hizo la administración tributaria al respecto en su etapa como alcalde y posteriormente en su etapa como ministro de Hacienda.
Sobre una conversación con el entonces Ministro de Hacienda de Hamburgo y actual Mayor Gobernador, Peter Tschentscher, dijo que no recordaba los detalles de la misma. El canciller también destacó que al final no hubo daños en la ciudad de Hamburgo ya que Warburg finalmente pagó la deuda con el erario. Asimismo, rechazó las insinuaciones de que había podido dar un trato preferencial a los Warburg y afirmó haber estado siempre convencido de que el fraude fiscal no es un delito de cuello blanco.
Reclamos de la oposición
«Cuando se trata de reclamos de impuestos de un millón de dólares contra un banco en la ciudad misma, el contenido de las conversaciones al respecto no se olvida», dijo al Handelsblatt el presidente de la CDU y líder de la oposición en el Bundestag. También el copresidente del grupo parlamentario de Izquierda en el Bundestag Dietmar Barsch ha expresado sus dudas de que Scholz haya olvidado realmente el contenido de determinadas conversaciones.
El comportamiento de Scholz, según Barsch, arroja una «nube de desconfianza» sobre él y su puesto. La fiscalía de Hamburgo ha dicho que no hay sospechas contra Scholz, pero sigue habiendo desconfianza entre los políticos de la oposición.
El experto en finanzas de Transparencia Internacional, Stephan Oehme, ha asegurado que en su opinión la versión de Scholz no es plausible. Al mismo tiempo, la fiscalía de Colonia (oeste de Alemania) ha registrado la cuenta de correo electrónico de la secretaria de Scholz como sospechosa de haber borrado ciertas citas de su agenda.
jov (ef, tagesschau)