Pinocho en el laboratorio | El Heraldo de México

Este sábado voy a ver Pinocho de Guillermo del Toro, y lo haré en una sala de cine. No lo hice el fin de semana de su estreno –24 de noviembre– ni el siguiente porque estaba trabajando en FILGuadalajara. Suscriptor de Netflix que soy, podría verlo en casa sin costo adicional a partir de este viernes 9. Sin embargo, prefiero invertir 120 pesos para disfrutarlo en pantalla grande y con sonido profesional. El futuro de la exhibición cinematográfica depende en gran medida de cuántos hogares tomen la misma decisión.

Antes de la pandemia, una regla no escrita hizo que las salas disfrutaran de 90 días para la exhibición exclusiva de nuevas películas. Con la disminución de la afluencia derivada del miedo al contagio llegaron múltiples modelos de exhibición -desde el lanzamiento directo en plataformas hasta el estreno simultáneo presencial y online- que acabaron estandarizándose a finales de 2021 en un nuevo acuerdo no escrito: un ventana aproximada de 45 días para exhibición en cines.

De las cinco películas más taquilleras en lo que va de año, tres se acercan a este modelo: Mundo Jurásico: Dominio (No. 2) llegó a Peacock exactamente a los 45 días, Doctor extraño en el multiverso de la locura (n.° 3) llegó a Disney+ a los 52, The Batman (n.° 5) se estrenó en HBO Max a los 49. El cual, con una ventana de lanzamiento de solo 33 días, es el número 4 en taquilla – Minions: The Rise of Gru – Habiendo recaudado solo $ 16 millones menos que el número 3 y $ 168 millones más que el número 5, asumiría una exclusividad teatral irrelevante. Pero que, con una ventana de exhibición mucho más amplia –a 209 días de su estreno en Paramount+–, el número uno –Top Gun: Inconformista– vencer a su competidor más cercano por 486 millones parece contradecir lo anterior. La pregunta, entonces, queda en el aire.

Pinocho es un producción de netflix, empresa nativa digital que ofreció a los expositores mexicanos una ventana de exclusividad de solo 14 días: luego de una dura negociación, las dos principales cadenas mexicanas optaron por declinar, oportunidad que aprovecharon los recintos públicos e independientes para aumentar su tráfico, prestigio e ingresos.

Un circuito tan pequeño como el que hoy exhibe Pinocho en México nunca podrá producir resultados económicos comparables a los que hubiera tenido la empresa. película en Cinépolis y/o Cinemex. No obstante, habrá que estar atentos a cuánto dura en cartelera. Si son muchos los que, como yo, optan por pagar una entrada incluso cuando la cinta está al alcance de la televisión, el mito de la ventana de exhibición habrá sufrido un nuevo revés que podría ajustar las prácticas de los estudios y complejos en el futuro.

Mientras tanto, el hada azul merodea, pensando si convertir o no los productos producidos por y para plataformas en películas reales.

POR NICOLÁS ALVARADO

COLABORADOR

IG: @nicolasalvaradolector

MAÍZ

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