Podemos, el partido que fue aliado del gobierno del PSOE, a punto de desaparecer

el silencio de Poder En estos días de campaña electoral para las elecciones generales del 23 de julio en España, contrasta con el ruido que generaba la fiesta que los indignados consagraron en 2014.

Podemos, el socio minoritario que llegó a imponer un vicepresidente -su líder, Pablo Iglesias- en la actual coalición de Gobierno con el PSOE, integra hoy, licuada, la plataforma Sumar. Es él nuevo conglomerado de partidos de izquierda que debuta en estas elecciones con la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como candidata.

Ese Podemos que irrumpió para resquebrajar el bipartidismo histórico en España entre el PSOE y el PP, el mismo que asentó a 35 diputados en el Congreso en las últimas elecciones nacionales, en las municipales y autonómicas de mayo desapareció por completo, por ejemplo, del Parlamento autonómico de Madrid.

Aquí mismo, en el territorio donde nació, obtuvo apenas el 4,7 por ciento de los votos.

Su presencia se evaporó también en los gobiernos de ciudades como Barcelona, ​​Cádiz o Valencia.

Desde la despedida del partido y de la política de Pablo Iglesias en 2021, cuando se autoinmoló en unas elecciones autonómicas madrileñas en las que se enfrentó a la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y fracasó, el partido solo consiguió sobrevivir gracias a los ministerios que Iglesias había negociado con Pedro Sánchez (PSOE), cuando acordaron sumar sus escaños para que la socialdemócrata fuera presidenta del Gobierno.

Seguidores de la coalición de izquierdas Sumar, en un acto de campaña en Madrid, este viernes. Foto: REUTERS

Hoy, Sánchez no oculta que se sentiría mucho más cómodo si su compañera de Gobierno fuera Yolanda Díaz: «El planteamiento de un Gobierno progresista entre ella y yo es, en mi opinión, movilizador», dice abiertamente el presidente.

“Porque realmente podemos hacer que las cosas fluyan de una manera mucho más fácil de lo que lamentablemente ha sucedido antes con Unidas Podemos y, sobre todo, será mucho más funcional”, subraya el candidato del PSOE que se presenta a la reelección.

El portazo de Pablo Iglesias

“Retiro todos mis cargos. Dejo la política, ya no sumo y me han convertido en chivo expiatorio”, decía Pablo Iglesias en 2021 y nombraba heredera de su vicepresidencia dentro del Gobierno a Yolanda Díaz, una voz destacada dentro de Izquierda Unida (IU) que se había convertido en ministra de Trabajo por la unión entre Podemos e IU.

El exlíder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en una imagen de 2021. Foto: EFE

Para las elecciones de 2016, Podemos había pasado a llamarse Unidos Podemos debido a su alianza con IU. Pensaron en chequear al PSOE pero no lo consiguieron. Y para la próxima cita electoral decidieron priorizar el feminismo y cambiaron su nombre: a partir de entonces se llaman Unidas Podemos.

Las dos caras visibles del partido hoy, la ministra de Igualdad, Irene Montero y la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, hicieron todo lo posible por tener un lugar privilegiado en la coalición de Sumar.

Llevaron la negociación al límite con Yolanda Díaz. Exigieron primarias abiertas y participación en las listas.

Pero Díaz no cedió: Belarra era quinta en las listas del Madrid e Irene Montero, fuera.

Para el cierre de campaña de este viernes, Sumar, que tiene entre sus presentadoras de lujo a la actriz Marisa Paredes, reservó el tercer lugar de la lista de oradores para Belarra.

La actual ministra de Trabajo y candidata por Sumar, Yolanda Díaz, en un acto este jueves. Foto: AFP

figura controvertida

Irene Montero es una figura luchada. La gestión de la ministra de Igualdad, entusiasmada por sacar adelante leyes como la libertad sexual, la ley trans o la modificación de la ley del aborto, fue polémica.

Su proyecto estrella, el de la ley conocida como “solo el sí es sí”, puso el consentimiento en el centro de todo contacto sexual entre personas pero, al mismo tiempo, romper la distinción entre violación y agresión sexual, provocó una modificación en las penas que desencadenó la excarcelación de más de cien agresores sexuales y la reducción de pena de más de mil.

“Quiero agradecer el esfuerzo por levantar un veto injusto que Yolanda ha decidido mantener”, dijo Irene Montero a los votantes de Podemos. La reacción antifeminista a nuestro trabajo y nuestros avances intenta convencernos de que no se puede. Su reacción es consecuencia de nuestros avances”.

Pablo Iglesias también condenó la actitud de Yolanda Díaz.

«Dentro de unos años eso le va a pesar mucho porque yo creo que además de una injusticia es un error político», ha dicho el exdirigente de Podemos.

«Si no hay códigos mínimos de lealtad en la izquierda, estamos muertos», agregó.

“Hemos hecho un acuerdo muy difícil”, respondió Yolanda Díaz a lo largo de la campaña electoral que finaliza este viernes, cada vez que le preguntaban por qué Irene Montero quedó fuera de las listas de Sumar.

Y sobre las opiniones de Iglesias: “Pablo se ha retirado de la política y ya está. Y ahora tiene un medio de comunicación, que es una empresa y tiene que defender su trabajo y, por tanto, respeto absoluto. Pero Pablo ha abandonado, como él mismo ha dicho, la política y no me gusta nada que la gente esté interviniendo”, dijo el candidato de Sumar.

Los 300 mil votos de Podemos

«Nunca ha sucedido en la historia de la democracia», dijo sobre la coalición de izquierda que encabeza.

“Se han dado la mano más de 15 formaciones políticas y un movimiento ciudadano como Sumar”, explicó, quien intenta ganarse a los 300.000 votantes que en 2019 apoyaron a Unidas Podemos y que hoy se resisten a apoyarlo.

Quienes acompañan de cerca a Pedro Sánchez confían Clarín una idea del presidente: la curiosa disolución de los partidos surgida con la crisis de 2008.

Ocurrió con Ciudadanos, el partido liberal de centroderecha que debutó en las elecciones de 2006 con un cartel de su líder, Albert Rivera, desnudo.

Ciudadanos venía de ganar las elecciones más difíciles de los últimos años en Cataluña: las de diciembre de 2017, tras la declaración unilateral de independencia y la intervención del Gobierno central, entonces en manos de Mariano Rajoy, del PP.

Hasta que un pésimo resultado electoral en 2019 obligó a la dimisión de Rivera y la lenta agonía en la que cayó Ciudadanos, que ni siquiera se presentó a las elecciones del domingo 23.

Y aunque los motivos son otros, quizás los vaticinios de Sánchez también se cumplan para Podemos.

Madrid, corresponsal

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