El artista nazi Josef Thorak creó la escultura «Caballos al paso» para la Nueva Cancillería de Adolf Hitler en Berlín. Ahora las esculturas se mostrarán juntas nuevamente en la Ciudadela de Spandau. Uno de los caballos ha estado en exhibición durante algunos meses y el segundo está siendo examinado por restauradores. Para el Día de los Monumentos, el 10 de septiembre de 2023, se presentará de forma permanente, junto con otras obras de arte problemáticas.
Encargada por Hitler en el apogeo de su poder, la obra colosal estuvo en el jardín de la sede del gobierno entre 1939 y 1943. Eran parte de miles de obras de bronce hechas a mano para el régimen nazi en su búsqueda por transformar Berlín. en la capital mundial Alemania.
¿Quién fue Josef Thorak?
Josef Thorak nació en Viena el 7 de febrero de 1889 y estudió en la Academia de Arte de Viena, trasladándose en 1915 a la Academia de Arte de Berlín. Tras sus estudios, se consagró como escultor de obras monumentales. Su estilo le valió numerosos encargos gubernamentales y se hizo conocido internacionalmente cuando trabajó en el Monumento a la Seguridad en Ankara, Turquía, en 1934.
A partir de 1937, Thorak se convirtió en el escultor favorito de los nazis, encargado de crear innumerables esculturas que enfatizaran la supuesta fuerza y gloria del régimen. Mientras Hitler y los de su calaña perseguían y ejecutaban a judíos y artistas modernos que producían el llamado arte «degenerado», y saqueaban las colecciones de arte judío, Thorak floreció. Se divorció de su esposa (judía) y aceptó un buen puesto en la Academia de Bellas Artes de Munich. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, continuó creando hasta su muerte en 1952.
¿Por qué exhibir esculturas nazis?
Los «Passing Horses» fueron redescubiertos en 2015, después de una serie de redadas contra una red clandestina de comercio de arte que operaba en Alemania. La policía aseguró las estatuas, así como las esculturas de Fritz Klimsch y Arno Breker, dos de los artistas favoritos de Hitler. Las obras probablemente estaban destinadas a ser vendidas en el mercado negro, porque el arte nazi sigue siendo un tabú en el mercado oficial.
Según el sitio web de la Ciudadela de Spandau, una antigua fortaleza renacentista convertida en un espacio de exhibición, el propósito de exhibir las esculturas es discutir cómo «los poderes estatales querían dar forma al paisaje urbano de Berlín» a través de los monumentos. La colección presenta obras creadas entre 1849 y 1986, incluidos los períodos del Reich alemán, la República de Weimar, la Alemania nazi y Alemania Oriental.
Esculturas nazis en espacios públicos
Los responsables de la exposición sostienen en la web que las esculturas son «testimonios de la historia alemana». El gobierno federal también ha apoyado la adquisición de los caballos. En el pasado, la exhibición de arte nazi ha dado lugar a fuertes protestas. En 2022, la Galería de Arte de Múnich fue criticada por exhibir una pintura de Adolf Ziegler, otro artista nazi.
Georg Baselitz, uno de los artistas vivos más influyentes del mundo, pidió que se retirara esa pintura. “Es impactante que la propaganda nazi se haga de esta manera en un museo”, escribió Baselitz en octubre de 2022. Agregó que era “intolerable” que obras de artistas que fueron perseguidos por los nazis se exhibieran junto a un artista responsable de tal persecución. .
De hecho, muchas esculturas de propaganda nazi todavía se encuentran en espacios públicos, como el Estadio Olímpico de Berlín, erigida por los nazis para los Juegos Olímpicos de 1936. Durante la Copa del Mundo de 2006, cuando el estadio era una de las sedes, algunos activistas pidieron que se retiraran las estatuas del lugar. Sin embargo, la ciudad se negó, argumentando que quitarlos negaría la historia de Alemania.
(mn/dz)
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