El escrutinio de la joranda de elecciones en la nación hondureña hasta el momento es solo el 16,01% de los actos a nivel presidencial, es decir, hay el resultado de un total de 2.929 minutos. En los resultados preliminares, Castro alcanzó 297.000 votos en contra Nasry «Tito» Asfura, quien encabeza la aspiración presidencial del partido derechista El Nacional, que lleva 12 años en el poder.
Castro, es un favorito como Nasry Asfura, actual alcalde de Tegucigalpa. El diario hondureño El Heraldo, Informó que este es el primer corte con el 16% de los registros escrutados, es decir, el panorama podría cambiar o permanecer a medida que el CNE continúe validando los registros recibidos de los centros de votación a nivel nacional.
“Estos son resultados preliminares, se han escudriñado 2.929 registros, lo que equivale al 16,1 por ciento del total de registros, que son 18.293”, dijo el presidente consejero del CNE, Kelvin Aguirre, quien confirmó que más de 3 millones de personas acudieron a las urnas. . Reiteró que estos son resultados preliminares y ningún candidato debe declararse ganador final.
El tribunal electoral afirmó que en las próximas horas dará nuevos resultados, pero la disputa entre Castro, y Asfura para sentarse en la silla presidencial está bastante cerca.
Ambos candidatos fueron proclamados temprano ganadores A pesar de que el CNE no había dado ningún resultado preliminar oficial, Honduras estaba esperando conocer al sucesor del presidente Juan Orlando Hernández.
Durante la jornada, varios centros de votación estuvieron abarrotados, algo inusual en las dos últimas elecciones – 2013 y 2017 – en las que el abstencionismo fue de 2,2 millones y 2,5 millones de votantes, respectivamente. En este día, más de 3,2 millones de hondureños acudieron a votar, dijo el CNE.
Los hondureños no quieren que se repita la historia de las elecciones de 2017, cuando Hernández sumó otro mandato en el gobierno en medio de protestas y acusaciones de fraude. Hasta ahora el Partido Nacional lleva 12 años en el poder y el candidato más probable es Castro, del izquierdista Partido Libertad y Refundación, un aliado de regímenes autoritarios como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La ex primera dama se postula a la presidencia por tercera vez y es la única de los 13 candidatos de la oposición con posibilidades de derrotar al sucesor elegido por Hernández, Nasry Asfura, alcalde de Tegucigalpa.
¿Ataque informático?
El Consejo Nacional Electoral de Honduras ha iniciado un proceso de investigación por un posible ataque informático al sitio web del censo electoral, en el marco de las elecciones presidenciales.
“Se investiga el colapso de la página web del CNE para consultar el censo, y la primera información recibida refleja un ataque al servidor ubicado en las instalaciones del Ayuntamiento”, explicó la agencia en un comunicado.
Asimismo, la entidad ha hecho un llamamiento a los candidatos y medios de comunicación para que «se abstengan de dar publicidad» a declaraciones que den a conocer resultados o declaren ganadores de las elecciones, pues estaría violando el artículo 241 de la Ley Electoral sobre ‘Divulgación de los resultados de las encuestas a pie de urna’.
En tercer lugar, la CNE ha pedido a los operadores técnicos que esperen en los centros de votación y esperen la llegada de los «kits de tecnología», que ya están en proceso de entrega.
Pandemia, huracanes y pandillas
En un mundo golpeado por la pandemia de coronavirus, Honduras puede incluir eso como solo una de las crisis que ha enfrentado. El año pasado, el país fue devastado por dos poderosos huracanes. El desempleo fue del 10,9% en 2020 y la economía se contrajo un 9%. Las pandillas continúan aterrorizando las calles, obligando, junto con factores económicos, a emigrar a muchos hondureños.
El candidato Castro, quien votó temprano cerca de Catacamas, en el centro-este de Honduras, dijo que el país no puede durar cuatro años más con el mismo partido de Hernández en el poder. «Tenemos que frenar estas caravanas de hondureños que salen masivamente de nuestro país por inseguridad, falta de oportunidades, falta de trabajo, falta de salud, falta de educación», dijo la esposa de Zelaya, derrocada en junio de 2009 cuando intentó realizar cambios, reformar la Ley Fundamental y permitir la reelección.
Asfura, por su parte, destacó que «hoy todos los políticos deben demostrar un acto cívico por Honduras».
La corrupción existe con tanta impunidad que los hondureños han dirigido sus esperanzas a los fiscales federales estadounidenses en Nueva York. Los fiscales ganaron cadena perpetua para el hermano de Hernández, Juan Antonio “Tony” Hernández, por narcotráfico, y han acusado al presidente de financiar su ascenso político con dinero de la droga, aunque no han presentado cargos en su contra. Juan Orlando Hernández ha negado las acusaciones.
Las condiciones parecen favorables para Castro, pero existen dudas sobre cuánto cambio puede generar. Su esposo, José Manuel Zelaya, fue expulsado del país en 2009 por intentar reformar la ley para ser reelegido. Los fiscales estadounidenses lo han vinculado con sobornos por drogas, algo que él rechaza.
Unos 5,1 millones de hondureños fueron llamados a votar ese día. Se instalaron 5.755 centros de votación en los 18 departamentos del país. Además de elegir al presidente, se eligieron los 128 diputados del Congreso Nacional y la misma cantidad de suplentes, 298 alcaldes y 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen).