el periodico aleman Handelsblatt aborda la desesperación a un año de las protestas en Cuba, donde cada vez más personas quieren irse de la isla: “En estos días, la vida de los cubanos se compone esencialmente de espera. La gente espera frente a las embajadas de los países latinoamericanos, o en la fila para conseguir comida, algunos están esperando una visa de viaje o de tránsito a Panamá, México o Colombia, otros están tratando de conseguir, con suerte, algo de arroz, frijoles o azúcar para las comidas diarias. (…)
En enero, la Justicia cubana abrió un proceso contra 710 hombres y mujeres que participaron en las protestas, principalmente por los cargos de sabotaje, robo, daño físico, resistencia a la autoridad estatal, disturbios públicos e insulto a los símbolos de la patria. (…) Según la organización local de derechos humanos Cubalex, a principios de julio, cerca de la mitad de los manifestantes detenidos en ese momento seguían tras las rejas, con o sin juicio, incluidos varios jóvenes. Juan Pappier de la sección de las Américas de Human Rights Watch habla de «el pico de la opresión en Cuba, al menos en este siglo». “Aquellos a los que no les gustan las reglas impuestas por el régimen tienen dos opciones: prisión o exilio”.
Gabriel Boric, presidente de Chile.
«Reformas económicas de izquierda en tiempos turbulentos»
Este es el título de un artículo del diario alemán Nueva Alemania sobre la alta tasa de inflación en América Latina, que está causando dificultades a los gobiernos de izquierda en Chile, y próximamente también en Colombia: «En Chile, la inflación llegó a 12,5 por ciento en junio. Es el nivel más alto desde 1994 en el país andino, que fue descrito alguna vez como un modelo de país neoliberal. Sobre el futuro de la Constitución neoliberal de la dictadura de Pinochet, aprobada en 1980, se decidirá el 4 de septiembre. Ese día, en el aniversario de la victoria electoral de Salvador Allende en 1970, se hará un plebiscito sobre una constitución progresista. El resultado es incierto. (…).
En Chile, un gobierno de izquierda, el de Gabriel Boric, lleva cuatro meses en el poder, y el 7 de agosto asumirá por primera vez en Colombia un gobierno de izquierda encabezado por la dupla Gustavo Petro y Francia Márquez. Está asumiendo un legado difícil, tanto política como económicamente. 20 millones de colombianos están clasificados oficialmente como pobres.
El presidente argentino, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
«La lucha de los peronistas empuja a la Argentina hacia el abismo»
la mañana suiza Neue Zürcher Zeitung escribe sobre la situación política en Argentina: «La Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, es en estos días escenario de airadas protestas. Una colorida mezcla de organizaciones sociales, movimientos de desocupados y sindicatos protestan por más puestos de trabajo, salarios y beneficios más altos, exención de tarifas energéticas y bonos de alimentación En los últimos cinco años, la proporción de argentinos que viven en la pobreza aumentó del 28 al 43 por ciento Cada vez más ciudadanos tienen dificultades para pagar los alimentos, que son cada vez más caros (. ..).
El peso se está depreciando rápidamente, la inflación ya supera el 60 por ciento y los economistas pronostican un empeoramiento de la situación. Ven una inflación al final del año de 80 a 90 por ciento, algunos incluso más. Muchas tiendas también aumentan los precios en todo el rango entre un 10 y un 20 por ciento de la noche a la mañana. Esto afecta particularmente a los jubilados y familias con ingresos bajos. (…)
En la disputa por el sucesor del exministro de Economía Martín Guzmán y el rumbo futuro de la economía argentina, se dice que el presidente Alberto Fernández amenazó con renunciar. Quiere mantener el acuerdo con el FMI y busca proximidad con las fuerzas moderadas para estabilizar el país y, con ello, su presidencia. Si la vicepresidenta Cristina Kirchner se saliera con la suya, el Banco Central de Argentina tendría que hacer funcionar las máquinas impresoras de dinero aún más rápido. Mientras tanto, aún no está claro qué rumbo tomará la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis. (…).
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