Luego de meses de arduas discusiones y con una urgente cuenta regresiva hacia la próxima fecha de vencimiento, el Gobierno logró avanzar en principio en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional con miras a la elaboración final del Staff Level Agreement, que se espera cierre este miércoles o jueves. Fuentes oficiales aseguran que ya está cerrada la hoja con los términos centrales del entendimiento, así como el esquema de desembolsos para el segundo semestre. Resta la letra pequeña.
A través de un comunicado conjunto, publicado en redes sociales, el Gobierno y el FMI informaron que “los equipos del Ministerio de Economía y Banco Central de la Argentina y el Staff del FMI han culminado los aspectos medulares del trabajo técnico de la próxima revisión”. «Se han acordado los objetivos y parámetros centrales que serán la base para un ‘Staff Level Agreement’ (acuerdo técnico) que se espera sea finalizado en los próximos días para luego avanzar hacia la revisión del programa argentino», agrega el comunicado.
“Este acuerdo busca consolidar el orden fiscal y fortalecer las reservas, reconociendo el fuerte impacto de la sequía, el daño a las exportaciones y los ingresos tributarios del país”, dijeron ayer el Palacio de Hacienda y el Fondo en sus cuentas de Twitter, en relación a los dos puntos medulares del intenso debate que se ha producido en las últimas semanas.
A partir de este principio de acuerdo se resolvería la base para recalibrar los lineamientos centrales del programa de Ampliación de Facilidades, contemplando no solo el impacto de la sequía en términos de reservas sino también en las cuentas fiscales, algo en lo que el FMI se mostró inicialmente reticente.
Ahora, la delegación de funcionarios que negoció presencialmente en Washington regresará a Buenos Aires y, vía Zoom, continuará los intercambios para definir la letra final del Staff Level Agreement (SLA). Ellos son el viceministro, Gabriel Rubinstein; el asesor principal, Leonardo Madcur; el Secretario de Hacienda, Raúl Rigo; el segundo vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri; y el director del BCRA, Jorge Carrera. En el equipo económico esperan que el SLA pueda cerrarse entre el miércoles y el jueves de esta semana.
Las claves a saber en el convenio técnico pasan por los nuevos lineamientos macroeconómicos a implementar y el cronograma de desembolsos, que el Gobierno buscó adelantar para paliar parcialmente el impacto de la sequía y sumar potencia para contener las presiones devaluatorias.
Este último punto se vuelve fundamental ya que el 31 de julio Argentina deberá afrontar los vencimientos de US$2.660 millones correspondientes a los pagos previstos para julio en la deuda contraída por Mauricio Macri en 2018 y que el equipo económico decidió agrupar a fin de mes (como ya lo hizo en junio) para ganar tiempo en la negociación. Lo cierto es que los tiempos apremian porque el SLA se presentará luego a la junta directiva del Fondo, que suele tardar un par de semanas en aprobar este tipo de acuerdos y a principios de agosto entra en receso por el verano. Fuentes del equipo negociador indican que hasta fin de año se habría acordado el desembolso de unos US$10.000 millones; la clave estará en ver cómo se escalonan.
En cuanto a los lineamientos macroeconómicos, hubo dos puntos principales de discusión. Por un lado, el FMI venía reclamando un mayor ajuste del déficit primario previsto para este año (1,9% del PIB) a pesar del impacto de la sequía, algo que el equipo económico resistió para evitar un impacto significativo sobre la actividad. Por otro, hubo una dura discusión sobre el tipo de cambio: con un organismo siempre favorable a la devaluación, finalmente se decidió avanzar en una serie de medidas cambiarias (que también tienen un correlato fiscal) con correcciones focalizadas en busca de apuntalar las maltrechas reservas del BCRA (ver página 3).
En el Palacio de Hacienda destacan que hubo «un fuerte apoyo e involucramiento» de la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos «para sacar adelante el acuerdo». De hecho, recientemente, el ministro de Economía, Sergio Massa, se comunicó con importantes funcionarios de la administración de Joe Biden para obtener apoyo político en la organización.
Con información de Telam, Reuters y AP