Ante los empresarios, se jactó de la resistencia de la economía rusa. Pero ahora el discurso ha cambiado.
Prácticamente desde el momento en que comenzaron las sanciones occidentales contra Rusia por la invasión de Ucrania, la posición del Kremlin con respecto al impacto que podría tener no ha cambiado: «Las sanciones hacen más daño a Occidente que a Rusia«.
En foros económicos y discursos ante empresarios, Vladimir Putin se jactó de la resiliencia de su economía y el éxito del giro que habían dado al enfocarse en otros países. Esta semana, sin embargo, ese discurso cambió radicalmente, y el presidente ruso admitió por primera vez en público que las sanciones tendrán un impacto negativo en la economía rusa.
En una reciente reunión con sus ministros que fue retransmitida por televisión, Putin no se anduvo con rodeos y exigió a sus funcionarios un paquete de medidas urgentes contrarrestar los efectos negativos de las sanciones.
“Debe actuar con rapidez, sin trámites burocráticos ni demoras innecesarias. Debido a las restricciones ilegítimas impuestas a la economía rusa a mediano plazo realmente puede tener un impacto negativo. En este sentido, debemos garantizar un aumento sostenible de la demanda interna”, dijo Putin, en declaraciones recogidas por Radio France International (RFI).
Es cierto que el el desempleo está en su punto más bajo y el yola inflación ha sido controlada. Sin embargo, desde el comienzo del conflicto, Vladimir Putin ha utilizado ciertos «amortiguadores» y ha recurrido a los recursos presupuestarios, con una lluvia de varias tareasasí como el desempleo parcial cuando las fábricas vieron a sus propietarios occidentales salir del país.
Algunos indicadores siguen siendo buenos, como también destacó el presidente ruso en su discurso: El desempleo está en su nivel más bajo (3,6%) y «a fines de marzo, la inflación caerá por debajo del 4%», luego de subir a casi el 20% hace un año, explicó el presidente ruso.
La economía rusa cayó en enero y febrero
Hace unos días, el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia informó que, en enero y febrero, la economía rusa había sufrido una contracción del 3,2%en comparación con los dos primeros meses del año 2022.
Según el informe presentado por el ministerio, el PIB ruso cayó un 3,1% en febrero, una décima menos que en enero.
Mientras que sectores como la agricultura y el transporte de mercancías crecieron, la industria y el comercio minorista continuaron sufriendo pérdidas.
La economía se había contraído 4,2% en diciembre y un 2,1% en todo 2022, según el cálculo preliminar de la agencia federal de estadísticas, Rosstat, aunque tanto el presidente de Rusia, Vladimir Putin, como el Banco Central sitúan la caída en un 2,5%.
Según el Banco Central, los indicadores apuntan a una aceleración de la actividad económica en el primer trimestre, aunque el crecimiento regresaría recién en el segundo trimestre.
Debido a las sanciones occidentales por la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014, el PIB ruso cayó un 2% con respecto a 2015.
En 2020, como consecuencia de las restricciones vinculadas a la pandemia del coronavirus, la economía nacional cayó un 2,7% y en 2021 creció un 5,6%.
Rusia reconoció una caída notable en 2022 de las exportaciones de gas y carbón, aunque las exportaciones de petróleo aumentaron gracias a los suministros a China e India.
Recientemente, el jefe del Kremlin aseguró, en comparación, que la economía ucraniana había contraído el año pasado más del 40%.
Fuente: EFE y RFI