qué dice la reforma de pensiones de Macron aprobada sin voto del Parlamento

Desde la elevación de la edad mínima de jubilación hasta el fin de los regímenes especiales, aquí están las claves de una controvertida ley.

La impopular reforma de pensiones del presidente francés Emmanuel Macron fue finalmente aprobada el jueves a través de un mecanismo constitucional que permitió al Ejecutivo francés eludir, no sin polémica, una incierta votación de la Asamblea Nacional. Estos son las claves de la iniciativa:

Equilibrar el déficit del sistema

La justificación de la reforma dada desde el principio por el gobierno de Macron es asegurar el equilibrio financiero en el horizonte de 2030, dado el déficit potencial en los próximos años por la envejecimiento de la poblaciónlo que significa un mayor número de jubilados y menos cotizaciones.

El Consejo de Orientación Previsional (COR, órgano consultivo oficial) calcula que ahora y hasta el horizonte 2027-2028, el déficit de este régimen estará entre 9.000 y 11.000 millones de euros al añoun número que aumentará a 16.000 para 2032.

En términos relativos, eso supondrá un agujero de entre cinco y ocho décimas del PIB.

Retrasar dos años la edad mínima

Para compensar este déficit, la principal medida consiste en retrasar progresivamente hasta 2030 la edad mínima de jubilación en dos años, del actual 62 al 64.

En paralelo, el aumento de 42 a 43 años se acelerará del período de cotización necesario para cobrar una pensión completa, incremento que estaba previsto en la anterior reforma, durante el mandato del presidente socialista François Hollande (2012-2017): se aplicará en 2027 y no en 2035.

Lo que no cambiará con la ley aprobada hoy por el Parlamento son los 67 años de máximo tener derecho a una pensión completa si no se ha cubierto la totalidad del período de cotización.

Largas carreras para los jóvenes trabajadores

El Gobierno diseñó un dispositivo para «carreras largas»que se ha prorrogado durante el trámite parlamentario, para que quienes empezaron a trabajar muy jóvenes (antes de los 21 años) y cubrir todo el período de cotización no se ven especialmente penalizados por el retraso de la edad mínima hasta los 64 años.

Los manifestantes protestan contra la reforma de las pensiones en París. Foto: Bloomberg

con ese dispositivo puede retirarse temprano (por ejemplo a los 60 años, si iniciaron su vida laboral a los 17), siempre que tengan 43 años de cotización, aunque en algunos casos serán 44.

Bono para algunas madres

Para compensar el efecto negativo sobre ellas del retraso en la edad de jubilación, las mujeres que hayan cotizado 43 años antes de cumplir los 64 y que además acumulen trimestres a cuenta de su maternidad, habiendo adoptado o habiendo dedicado ese tiempo a la educación de sus hijos, tendrán una bonificación de hasta el 5% en su pensión.

Revalorización de las pensiones más bajas

Se revalorizarán las pensiones más bajas y, para quienes hayan cubierto el período de aportes al salario minimosubirá la pensión mínima hasta unos 1.200 euros netos en 13 cuotas mensuales, lo que equivale al 85% del salario mínimo vigente (1.353 euros al mes).

Carteles contra Macron y su primera ministra Elisabeth Borne, en manifestaciones en París. Foto: Bloomberg

En el sector privado, el cálculo de la pensión se realiza sobre la base de los mejores 25 años y en el público durante los últimos seis meses.

Supresión de regímenes especiales

se anticipa la extinción de la mayoría de los regímenes especiales, en particular en el sector de la energía, en la entidad de transporte metropolitano RATP París o en el Banco de Francia, aunque se mantendrán los privilegios para los empleados actuales.

En concreto, la denominada “cláusula del abuelo” implica que en estas empresas sólo los trabajadores estarán sujetos al régimen general. contratados desde el momento de la entrada en vigor de la reformaque debería ser el próximo septiembre.

Fomentar la actividad de los trabajadores mayores

Uno de los temores de elevar la edad de jubilación es agravar aún más un problema particularmente grave en Francia, la baja tasa de actividad de los trabajadores de mayor edad, que a menudo están desempleados o inactivos.

Para evitarlo, las empresas de más de 300 empleados deberán publicar cada año una lista de indicadores sobre el empleo de mayores de 55 añoscon acciones para mantenerlos trabajando.

Si estos indicadores no mejoran en tres años, tendrán que definir un plan de acción negoció con los representantes del personal, pero finalmente no habrá sanciones para asegurar el cumplimiento.

Además, se ha creado un nuevo contrato indefinido destinado a los mayores de 60 que hayan estado desempleados por más de un año, con exención en el pago de una parte de las cotizaciones, por un año.

EFE

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