los 15 de noviembre de 2002 nadie hubiera imaginado que en el casa marcada con el número 186 en la calle Cuitláhuac de la colonia Toriello Guerra uno de los crímenes más crueles que han ocurrido en la capital del país.
El cruel asesinato de la Familia Narezo Loyola
Cinco miembros de la Familia Narezo Loyola y sus dos sirvientas fueron brutalmente masacrado por una de las personas en las que más confiaban y a la que seguramente habrían acudido en busca de ayuda, su vecino y amigo Orlando Magaña.
Castigo ejemplar para Orlando
Tras el crimen, Orlando y su cómplice Jorge Esteban Huyeron con los objetos de valor, el dinero y uno de los autos de la familia, para refugiarse en provincias, mientras el asunto quedó algo en el olvido.
Sin embargo, 15 días después del crimen, Orlando que en ese momento tenía 25 años fue capturado por la policíamientras estaba con su novia en circunstancias muy confusas, pues incluso afirman que su propia madre, quien era amiga de la familia asesinada, lo entregó a la policía.
De su cómplice no se sabe nada, pero con lo que no contó Magaña Dorantes es que hubo un sobreviviente de la tragedia, quien no dudó en declarar en su contra. Corrientemente, Orlando está en el penal de máxima seguridad del Altiplano cumpliendo una condena de 384 años y cuatro meses de prisión.
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