¿Qué hay en la caja? Los finales más impactantes de todos los tiempos


Ah, el final del giro.

No hay nada como ver una película, pensar que lo tienes todo resuelto, solo para que te quiten la alfombra en los momentos finales con la revelación de que nada ha sido lo que parecía. Ni por asomo.

Ese fue el caso cuando Siete, el thriller psicológico del director David Fincher, llegó a los cines hace 25 años el 22 de septiembre de 1995. La película siguió a los detectives David Mills (Brad Pitt) y William Somerset (Morgan Freeman) mientras localizaban a un asesino que se inspiraba en cada uno de los siete pecados capitales mientras llevaba a cabo su serie de atroces asesinatos, dejando tras de sí un cuadro en cada escena del crimen más depravado que el anterior.

Para cuando los dos puedan localizar a su John Doe (interpretado por Kevin Spacey), al asesino solo le quedan dos pecados. Poco sabían los detectives (o la audiencia), ya había puesto en marcha un plan que casi garantizaba su finalización. A los pocos minutos de llegar a un campo remoto con Doe, se acerca una camioneta de reparto y entrega una caja a Somerset.

¿En eso? El jefe de la esposa embarazada de Mills, Tracy (Gwyneth Paltrow), asesinado por Doe por envidia por la vida de Mills. ¿Y el último pecado? Wrath, que Doe predijo con precisión que Mills llevaría a cabo en su nombre tras la entrega de la caja, convirtiendo al policía en asesino.

Salir de la versión móvil