La abogada Sofía Andrade retiró sus ahorros en dólares del banco cuando empezaba hacer que la moneda escasee en las calles de Bolivia. “Prefiero tenerlos en casa, me temo que luego no me dejan sacar”, dijo.
Como ella, muchos bolivianos están retirando sus depósitos en dólares o comprando la divisa para evitar que la moneda nacional pierda valor, lo que ha provocado un mercado paralelo desconocido desde 2011 cuando se estableció un tipo de cambio fijo de 6,96 bolivianos por dólar.
El escasez de dolares -que la oposición atribuye al agotamiento de las divisas y el gobierno a la especulación- aumentó Incertidumbre sobre la fragilidad económica de Boliviaque durante más de una década experimentó lo que muchos llamaron un «milagro económico» debido a exportaciones récord, un crecimiento anual promedio del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,6%, baja inflación, tipo de cambio fijo y gasolina subsidiada. .
Filas para comprar dolares
Cuando comenzó la escasez de dólares, cientos comenzaron a pernoctar en las puertas del Banco Central para comprar al tipo de cambio oficial. Dada la gran demanda, la venta de la moneda ahora se realiza a través de un código QR luego de registrarse en un registro. Las filas han desaparecido, el problema no.
“El gobierno asegura que todo está bien, que no hay problemas con los dólares, pero no podemos comprarlos como antes. No les creo», dijo. Associated Press Silvana, una vendedora ambulante de 60 años que prefirió no dar su apellido.
Ante la preocupación popular, el presidente de centroizquierda Luis Arce salió a calmar las aguas. “No habrá devaluación. No hay necesidad con la fuerza de una economía en crecimiento. Muchos países entraron en la trampa de las devaluaciones tratando de vencer la inflación”, dijo esta semana en la primera entrevista que otorga a un canal de televisión privado desde que asumió el poder a fines de 2020.
¿Adiós al «milagro económico»?
Considerado el «cerebro» del «milagro económico» como ministro del área entre 2006 y 2017 -durante el Gobierno de Evo Morales-, Arce ahora parece incapaz de encontrar la fórmula para salir de la crisis.
El presidente aseguró que no retirará el millonario subsidio a los combustibles antes de la miedo a un estallido social. Por cada litro de gasolina importado a precios internacionales, el consumidor solo paga la mitad, un oneroso subsidio que desangra las reservas de divisas, según expertos.
El mandatario culpó a la guerra de Ucrania de las turbulencias económicas mundiales, aunque aseguró que esto no ha afectado a la economía boliviana. “Una economía no crece si está mal, estamos creciendo y tenemos la inflación más baja de la región”, dijo.
Bolivia vivió en la última década uno de los mayores auges de su historia gracias a los altos precios de las materias primas, tendencia que coincidió con la llegada al poder en 2006 de Morales, el primer presidente indígena del país y estrecho aliado del fallecido mandatario. . venezolano Hugo Chávez.
El líder aymara utilizó el enorme flujo de dinero para reducir la pobreza, ampliar la clase media y construir carreteras. Los edificios se multiplicaron en las ciudades y el coche dejó de ser un lujo, pero también hubo desperdicio y corrupcionsegún sus detractores.
Los ingresos del país se triplicaron con la nacionalización de hidrocarburos en 2006, pero el sector se estancó por falta de inversión y el país pasó de ser exportador a importador de hidrocarburos en 2022, según el estatal Instituto Nacional de Estadística.
“Han farreado (desperdiciado) el dinero. Ahora hay falta de liquidez. La gente está comprando dólares ante la incertidumbre, pero esos dólares no vuelven al mercado, se quedan debajo del colchón”, dijo el senador opositor Rodrigo Paz, del partido de centroderecha Comunidad Ciudadana.
no reservaciones
La bonanza de precios terminó en 2014, pero Bolivia logró estirar sus ahorros durante varios años hasta la aparición de la pandemia del Covid-19 y ahora está casi sin reservas.
Por eso, el gobierno busca hacer uso del oro, cuyas exportaciones crecieron a costa de la explotación de las reservas naturales de la Amazonía pero que dejan pocas ganancias al Estado. En 2022, las exportaciones de oro alcanzaron los 3.004 millones de dólares, pero las arcas públicas sólo obtuvieron 75 millones por concepto de impuestos, según datos oficiales.
“Estamos raspando la olla”, ironiza el analista Gonzalo Chávez.
“Es un modelo económico agotado que basaba su éxito en la captación de los excedentes que generan los recursos naturales, no se basa en la generación de riqueza. Funcionó mientras las materias primas tenían precios altos”, explicó el analista y consultor Jaime Dunn.
«La única forma de mantenerlo vivo es quemando más divisas y aumentando la deuda, que ya ronda el 70% del PIB», agregó.
Por su parte, el gobierno descartó modificar el modelo estatista. “Gracias al modelo existen subsidios que, sumado al tipo de cambio fijo del dólar, han construido un aparato productivo robusto con estabilidad de precios y baja inflación (0,19% en el primer trimestre de 2023)”, dijo el Ministro de Economía. , Marcelo Montenegro.
esta semana el El Banco Mundial rebajó su pronóstico de crecimiento para la región por la caída de los precios de las materias primas y pronosticó que Bolivia crecerá 2,7% este año, mientras que para el Fondo Monetario Internacional la tasa se ubicará en 1,8%. El gobierno, sin embargo, aseguró que el crecimiento será de 4,8%. «Decepcionaré nuevamente las proyecciones internacionales», dijo Arce.
agitación política
A la preocupación económica se suma un clima político turbulento debido a las críticas públicas a la gestión de Arce por parte de su mentor político, el expresidente Morales, quien a su vez es el líder del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
El pulso en las calles ya no es de optimismo. “Estábamos saliendo de la pandemia que nos sumió en la crisis y cuando la economía se fue reactivando siento que ahora nos volvemos a sumergir”, dijo el ama de casa Sofía Godínez, de 54 años, madre de tres hijos que estudian en la universidad.
Arce se enfrenta a un creciente clima de protestas sociales. Desde hace seis semanas, los maestros estatales se movilizan en las calles para exigir más presupuesto para el sector y la contratación de más educadores.
El gobierno ha respondido que no tiene la posibilidad económica de satisfacer esas demandas.
Fuente: AP
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