TOKIO – Hubo un menú más pequeño el último día de estos Juegos Olímpicos más inusuales, pero era uno de élite.
El equipo de baloncesto femenino de Estados Unidos ganó la medalla de oro sobre Japón, 90-75, su séptimo título olímpico consecutivo. A’ja Wilson anotó 19 puntos para Estados Unidos.
El equipo de voleibol femenino de Estados Unidos también ganó el oro, el primero en su historia, al vencer a Brasil por 3-0.
Eliud Kipchoge de Kenia defendió su título olímpico de maratón, convirtiéndose en el tercer hombre en ganar medallas de oro en Juegos consecutivos.
Jennifer Valente ganó el único oro de los Juegos en ciclismo en pista de los Estados Unidos, llevándose el omnium femenino, una especie de decatlón en bicicleta de cuatro eventos.
Bulgaria ganó el oro en gimnasia rítmica grupal, Francia en balonmano femenino y Serbia en waterpolo masculino.
Hubo una gran competencia en estos Juegos. ¿Cómo podría no estarlo? Y el deporte no se veía tan mal en la televisión. Pero también hubo un vacío, físicamente en las gradas y en la pérdida de una celebración única en la vida para la ciudad y la gente de Tokio. Todo esto será el legado de la Olimpiada de 2020.
Sayonara de Tokio. ¡Nos vemos en Beijing y París!