Las consecuencias del polémico fallo que liberó a Julio “Chocolate” Rigau y casi sepultó la investigación por la estafa con las tarjetas de la Legislatura porteña se replicaron este viernes en las oficinas del juzgado penal de La Plata. “Hay mucha ira. Nos pesa a todos. La presión política que se ejerció todos estos días fue demasiado evidente«, reconoció un magistrado que ocupa, desde hace años, un despacho en la calle 8, entre 56 y 57, donde se ubican los Juzgados de La Plata.
Hay una red tejida desde hace años que vincula al poder político, ubicado a cinco cuadras (en el Parlamento y el Gobierno) con las mesas donde se definen las causas judiciales con impacto que se tramitan en La Plata.
En estas horas turbulentas, los funcionarios de palacio discrepaban sobre las variantes que podría tomar el caso ahora “congelado” sobre el fraude millonario de Rigau. Las opciones dependen del contenido del recurso que presentará el fiscal Héctor Vogliolo y del destino que tenga este escrito en una de las cuatro salas del Tribunal de Casación.
Pero una certeza persistía en el ámbito penal: la operación política para torcer el destino del caso que pudiera revelar un entramado de corrupción política tenía un actor fundamental. Raúl Pérez, expresidente del bloque del PJ en diputados hace más de una década. Constructor de un marco de relaciones desde finales del siglo pasado, cuando el peronismo era dominio exclusivo del ahora ministro de Justicia, Julio Alak.
Raúl Pérez se alejó del PJ “oficial” en 2012 cuando el entonces intendente de Tigre, Sergio Massa, preparaba el salto para competir contra el kirchnerismo. Fue quien armó la campaña presidencial del Frente Renovador en 2015 y ese año ingresó al Congreso nacional como diputado.
En 2019 ocupó un cargo de asesor principal cuando el actual Ministro de Economía accedió a la presidencia del organismo. Y ahora es miembro del Consejo de la entidad Binacional de Yaciretá y es el encargado de “ensamblar” al candidato en el Norte del país.
Pero mantiene estrechos contactos en su “región”, La Plata. Si bien llegó a la capital porteña desde el interior provincial (la ciudad de Benito Juárez), construyó una férrea estructura de vínculos de poder que aún subsisten.
“Entre 2005 y 2011 todos los acuerdos para acceder a la Justicia en La Plata se negociaron en una mesa integrada por Pérez, Alak, Juan Amondarain y Carlos Bonicatto”. Fue la fecha en la que accedió al juez de la Corte de Apelaciones, Alejandro Villordo.
Este camarista facilitó, con su voto de adhesión, la mayoría que permitió la salida de Chocolate. Y habría sido permisivo con los reclamos de los llamados de Pérez, según al menos tres fuentes (jueces y exfuncionarios) consultadas por este diario.
El argumento fue encabezado por Juan Benavides, colega de la Sala III de ese tribunal. Un “académico”, recientemente ascendido a ese puesto clave en el entramado judicial. Él fue quien sostuvo que la maniobra de extraer dinero de 48 tarjetas de débito y colocarlo en una bolsa de nailon negra no resultaría en colisión con el Código Penal. Por eso la policía no debería haberlos detenido.
Axel Kicillof presentó la terna para su nombramiento en 2021, con Alak en el Ministerio de Justicia. “También tiene el número de teléfono de todos y habla con todos. Algunos ceden a las peticiones. Otros los dejaron pasar. Y otro grupo directamente se abstiene de atender esas llamadas que arden”, dijo un abogado de la jurisdicción.
Alak también habría recibido una orden judicial para “resolver el escándalo de alguna manera”.
Rérez y Alak, vinculados desde hace más de 20 años en la política platense, habrían encontrado la manera de torcer el rumbo de la investigación hacia un camino sin salida.
El ministro y candidato a intendente tiene en su lista al concejal Facundo Albini, último referente conocido de Rigau. Y Pérez también tendría mucho interés en que el caso desaparezca. Se podría vincular a la necesidad de no salpicar a Massa. Otra podría ser mantener una estructura que luego de alejarse de la capital porteña, seguiría anclada en ese esquema de recolección de las “cajas negras” de la política.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi