San Lorenzo Dio un gran golpe al Monumental. Venció a river 2-1 y entró en los cuatro primeros de la Zona 1 de la Copa de la Liga Profesional, que inició la cuenta atrás en las fechas finales hacia la etapa de eliminación directa. El Millonario quiso ganar para confirmar su buen regalo en el concurso local y asumir el liderazgo del grupo por la derrota de Colón ante Racing. Pero el Ciclón aprovechó sus momentos durante el partido y acabó ganando por goles de Uvita Fernández y Jalil Elías; Federico Girotti descontado para el local. También cabe destacar la figura de Sebastián Torrico, clave con varios guardados.
El encuentro comenzó emotivo, de ida y vuelta: San Lorenzo tuvo una ocasión clara en una derecha de Uvita Fernández que fue cruzada y desviada. River respondió con la proyección de los laterales Gonzalo Montiel y Fabrizio Angileri y un cabezazo de Julián Álvarez que fue desviado.
Se jugó de un área a otra, aunque la posesión fue para River 68% a 32%: Borré (habilitado) no pudo controlar bien un gran pase de Álvarez que pudo ser más peligroso de lo que fue para Torrico y al minuto siguiente Armani Se mostró fiel a su estilo para cubrir un mano a mano con Uvita Fernández, tras una diagonal del ex Defensa y Justicia tras una muy buena calificación de Oscar Romero. Antes, el que tenia una heroica salvada fue Montiel, con un Cruce de Salvador ante un disparo de zurda de Romero que iba destinado a la red. Cualquier similitud con la cerradura de Javier Mascherano contra Arjen Robben en el partido de 2014 con Holanda en Brasil, puede ser válido.
Podías verlo venir y vino. A los 15 minutos, Uvita Fernández no perdonó: tomó ventaja un error de Enzo Pérez (Se dirigió hacia atrás sin darse cuenta de que un rival estaba cerca de Armani) y Fernández, luego de controlar con el pecho, definió muy bien. Pegó el ciclón y la imagen pareció remontarse al remate de cabeza hacia atrás de Toni Kroos en la final del Mundial de 2014, chance que luego Gonzalo Higuaín desperdiciaría para la selección argentina de Alejandro Sabella.
Insatisfecho, Marcelo gallardo aprovechó la lesión de Angileri (dolor en la espalda) para modificar las características del equipo a los 24 minutos del primer tiempo y hacer una jugada más ofensiva: Casco pasó como lateral izquierdo y entró Jorge Carrascal como enganche en el esquema 4-1-3-2. Enzo Pérez como centrocampista tapón y tres habilidosos (Palavecino-Carrascal-De la Cruz) para generar situaciones con Julián Álvarez y Borré.
Sebastián Torrico, que había regresado al título ante Huachipato, por la Copa Sudamericana, volvió a destacar en el Monumental con dos grandes atajadas contra Santos Borré. De la Cruz fue el centrocampista más peligroso, con pases y tiros. Un disparo de él fue desviado por milímetros. El tambien tenia la corbata Paulo Díaz, de cabeza, tras un córner lanzado por Álvarez. Y Héctor Martínez, con otro cabezazo desviado, tras otro último envío de Álvarez.
El plan de Dabove Fue dejar de lado los esquemas 4-3-3 o 4-2-3-1 de los últimos partidos para intentar tapar la amplitud del equipo millonario con un 4-4-2 que tuvieron Jalil Elías y Diego en el doble 5 Torito Rodríguez, y en ataque (más avanzado) a Uvita Fernández y Angel Romero; por fuera, Oscar Romero y Juan Ramírez. Esa posición de Oscar, de jugar con un perfil invertido de afuera hacia adentro, es en la que el volante paraguayo se siente cómodo para lanzar esos pases «pinchados» que tanto daño pueden hacer a las defensas contrarias. No pudo hacerlo muchas veces, pero las que sí generaron inquietudes en el fondo de River.
La segunda etapa comenzó como terminó la primera: con a Río abrumador y atacar con muchos futbolistas. Salir y generar escisiones y centros, no dejaba de hacer esquinas: tenía 11 en 50 minutos de juego (en total River tuvo 15 tiros de esquina).
Pero San Lorenzo seguía aferrado a su libreto: Estaba esperando en grupo y tratando de salir de contraataque: Y así marcó el 2-0, a los 6 minutos del segundo tiempo: Rodríguez se recuperó en el centro, lució Uvita Fernandez con un giro y descargado rápido para un desborde de Ángel Romero por la izquierda, que el No. 11 remató con un centro bajo que no fue conectado por Uvita Fernández sino por un Jalil Elías que tuvo el mérito de apoyar la obra: El ex Godoy Cruz definido como delantero centro.
Mantuvo el plan de San Lorenzo y Cada derrota en la salida de River fue una invitación a terminar en la zona millonaria. Troyansky, apenas sustituyó a Uvita Fernández, hizo el tercero con una carrera y una zurda cruzada.
Gallardo pidió a sus jugadores que no pasen los pases a realizar, que generen los espacios de antemano y afinen su puntería, sobre todo en los primeros pases, en la salida. Y el técnico buscó alternativas con los ingresos de Federico Girotti y José Paradela por Álvarez y Palavecino. A las triangulaciones fue necesario agregar más centros.
La noche parecía programada para el ciclón cuando, a los 23 minutos, Torrico Apareció en todas sus dimensiones para cubrir otro de la mano de De la Cruz. Pero a los 30 Girotti descontó de embestida, con un goleador, tras recibir un centro desde la derecha del incansable Montiel.
Dabove tomó nota del descuento y reforzó la defensa para los minutos finales: Bruno Pittón para Juan Ramírez y Siro Rosané para Angel Romero: pasó a defender con línea de cinco en un esquema 5-3-2. Pero cada centro de River tenía el mismo peligro de gol: una derecha de Paradela fue cabeceada por Girotti (de nuevo) y el balón golpeó el travesaño.
San Lorenzo acabó aguantando el resultado y River … estrellándose ante su desesperación y falta de eficacia.