Las personas con problemas de salud mental continúan experimentando estigma y rechazo por la población en general, en porcentajes en torno al 65 por ciento. Al mismo tiempo, el 21 por ciento reconoce sufrir o haber sufrido un trastorno de salud mental o vivir con alguien que lo padece.
Esto es lo que surge del estudio. “El estigma social provoca aislamiento y soledad en personas con enfermedades mentales, personas sin hogar o personas con discapacidad intelectual”, realizado por la Cátedra del Grupo 5 y la Universidad Complutense de Madrid contra el Estigma. Durante la investigación se realizó un estudio cualitativo (6 grupos focales y entrevistas en profundidad) en las poblaciones de interés (salud mental, discapacidad intelectual y sinhogarismo), así como una encuesta cuantitativa con una muestra de 2.775 personas.
Dirigido por Manuel Muñoz López, Catedrático de Evaluación y Diagnóstico Psicológico, el informe destaca entre sus conclusiones el hecho de que en salud mental hay un estigma diferencial por profesiones y “son los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, el personal de seguridad y el personal judicial y sanitario, quienes encabezan el ranking de atribuciones estigmatizantes”.
Por el contrario, “docentes no universitarios, profesionales de los servicios sociales o personas que realizan acciones de voluntariado muestran mejores puntuaciones en divulgación y desestigmatización”.
Estigma y salud mental
En cuanto al tema de la salud mental, el resultado es llamativo:
- El 65 por ciento se niega a vivir con una persona con un trastorno mental
- Al 40 por ciento no le gustaría que sus hijos estuvieran cerca de personas con problemas de salud mental..
- Sin embargo, entre las personas encuestadas, una 21 por ciento reconoce tener o haber tenido problemas de salud mental alguna vez en tu vida.
En un porcentaje similar:
- 1 de cada 4 personas dice vivir con una persona con problemas de salud mental.
En cuanto a la disposición a hablar sobre problemas de salud mental, casi la totalidad (96,5%) está dispuesta a compartir experiencias; algo que según el estudio puede ser un factor protector clave.
La mayoría de las personas considera que es necesario denunciar la presencia de problemas de salud mental cuando una persona ha cometido un delito (68.7 por ciento), siendo este un aspecto claramente estigmatizante. Además, hay que tener en cuenta que hacer público un diagnóstico médico constituye un delito.
En cuanto a las actitudes hacia las personas con problemas de salud mental:
- El 42.32 por ciento de las personas entrevistadas muestran tendencias autoritarias.
Factores como la coacción para que la persona busque tratamiento (6,45/9), la creencia de que necesitará ayuda de forma recurrente (6,44/9) o el duelo (5,88/9) también aparecen con puntuaciones medias/altas.
Los investigadores también concluyen que quienes conocen a alguien con esta condición tienden a estigmatizar mucho menos, con diferencias significativas cercanas al 50 por ciento en comparación con las personas que no conocen a personas con problemas de salud mental.
En relación al género del entrevistado, los resultados generales parecen indicar que los hombres son significativamente más autoritarios, mientras que las mujeres son más benevolentes y exponen mayores creencias de vergüenza, peligrosidad y miedo. Entonces, el estigma hacia las mujeres con un problema de salud mental es menor y parece ser visto como más necesitado de ayuda, de la misma manera que uno es más autoritario hacia ellos.
Mientras, en el caso de los hombres con un problema de salud mental, parecen ser vistos como más peligrososgenerando así más miedo y culpa hacia ellos.
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