
La idea de votar por los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Puede sonar como algo natural en un sistema democrático, si ya se vota por el Poder Ejecutivo y el Legislativo, ¿por qué no se debe hacer lo mismo con el Poder Judicial? Sin embargo, a pesar de sonar como una propuesta que podría democratizar aún más nuestras instituciones, la elección de los miembros del SCJN en las urnas podría tener el efecto contrario.
A menudo existe la concepción de que el democracia es simplemente el gobierno de las mayorías, cuando en realidad es más un sistema que permite que un grupo no se imponga a otro, por mayor que sea. Por eso contamos con mecanismos que precisamente garantizan que haya control sobre las decisiones que pueda tomar una mayoría que, recordemos, la historia nos ha demostrado que siempre son momentáneas.
El Corte Suprema de Justicia Es precisamente uno de esos controles sobre las mayorías. Los legisladores y el Presidente de la República pueden (y muchas veces lo hacen) tomar decisiones que van en contra de lo que establece la ley o la Constitución.
Le corresponde a ella y sólo a ella, garantizar que dichas decisiones estén de acuerdo con el orden que decidamos gobernarnos como sociedad en su conjunto, no como una mayoría imponiéndose. Por eso es fundamental que las personas que la componen no estén sujetas a la lógica de la mayoría.
Él proponer que sus miembros sean votados necesariamente tiene que pasar por un análisis de cómo el elecciones en mexicodonde se sigue privilegiando una lógica de clientelas, estructuras e influencia de los grupos de poder locales y el crimen organizado.
El que el y el Candidatos a jueces de la Corte Suprema competir en el urna electoral Les haría pedir ayuda a las estructuras que pueden y movilizan el voto, sean partidos, sindicatos, organizaciones religiosas, etc. A todos les deben favores y a todos les tendrían que pagar con decisiones que beneficiarlos.
Te puede interesar Morena reitera: Ministros de la SCJN deben ser designados por el pueblo
SCJN: Mayoría no significa estar calificado
En concreto, se trataría de hacer de una institución contramayoritaria una herramienta más de la mayoría.
En el México autoritario del siglo pasado, todos estos controles estaban mal vistos y hasta despreciados. El partidos de oposición Eran vistos como enemigos del pueblo que buscaban dividir la unidad nacional, las controversias judiciales siempre pasaban por la aprobación del Presidente de la República.
Los movimientos sociales fueron reprimidos y perseguidos, acusados de un delito inventado al que llamaron «disolución socialprecisamente para denotar que estaban tratando de atacar al país desde una sola perspectiva.
La ley incluso marcó una llamada «cláusula de gobernabilidad» por la cual el partido que obtuviera la mayoría simple obtendría automáticamente el número de escaños necesarios para ser mayoría calificada y podría reformar la constitución por sí mismo. El resultado fue un México de violencia y represión que dejó de ser sostenible en la década de 1980.
En México sabemos y reconocemos la importancia de tener estos controles, si no fuera así aún tendríamos “cláusulas de gobernabilidad” y “delitos de disolución social”.
Ni siquiera en Estados Unidos, que es el ejemplo que siempre se pone sobre la mesa a la hora de tener alguna elecciones estatales de jueces y jueces, escoge a los hombres y mujeres miembros de la Corte Suprema por voto directo. Esto puede sonar democrático y plural, pero en realidad tiene el potencial de regresarnos a México con una sola voz.
Por: Toño Cárdenas, Politólogo de la UNAM, Magíster en Políticas Públicas de London School of Economics y Militante PRD. @T_Cardenas_