Este jueves 24 de noviembre, Brasil enfrentó a Serbia en el segundo partido del Grupo G del Mundial de Qatar 2022. El partido se jugó en el Estadio Nacional de Lusail y comenzó a las 13:00 horas en el centro de México. La verdeamarela se impuso con dos goles de Richarlison (62′ y 73′).
Control con la izquierda, se detiene el tiempo y Richarlison hace una chilena y empala el balón con la derecha. El brasileño, con dos destellos de calidad y uno de los goles mundialistas, derrotó a una Serbia trabajadora y muy defensiva, y pone a la ‘Canarinha’ al ritmo de los mejores.
El delantero del Tottenham Hotspur desbloqueó un partido que pintaba feo para los de Tite, ante una Serbia atascada y sin intención de tocar el ataque. Hasta que Richarlison, de la mano de Neymar y Vinícius, firmó un doblete como delantero centro y plasticidad. Un golazo de empujón y otro de genialidad, levantando el balón por encima de la cabeza y empalando con una chilena.
En busca de la sexta estrella
El favorito, el que busca la sexta estrella, se marcha contento del estadio de Lusail con los tres puntos, pero no ha sido fácil. Todo lo contrario. Fue difícil para Brasil poner sus manos en el juego. De hecho, la primera parte fue una de las más insípidas de esta primera jornada de Mundial. El Lusail Stadium, con capacidad para 80.000 espectadores, tuvo la suerte de que uno de los aficionados fuera el brasileño, que pintó de color durante unos 45 minutos para el olvido.
Sobre todo para Vinícius, al que Tite le dio la confianza de la titularidad y respondió con dos mano a mano fallidos. El primero por falta de velocidad y el segundo porque no supo definir. Las cosas tampoco fueron mucho mejores para Raphinha en la banda derecha. El del Barcelona, tras un extraordinario pase de Paquetá, tiró el muñeco, desbaratando otra jugada de gol.
Y no sería lo peor para Raphinha, que justo después del descanso le robó la cartera a un defensa serbio y volvió a enfrentarse a Milinkovic-Savic. Con claras opciones de pase y tiro, decidió de la peor manera. Otro disparo inofensivo al centro. Su rostro era un poema. «¿Cómo pude haberme perdido esto?»
El ritmo del partido ya era diferente, porque Brasil tenía prisa. Ella era la favorita y no pudo vencerla desde el principio. Y antes de los nervios, balón a Neymar. El ’10’ estuvo intermitente, con un destello como de gol olímpico que casi clava en la primera parte, pero tenía que llegar su momento.
Tras un atrevido disparo al poste de Alex Sandro, Neymar decidió jugar. Atrapó una pelota de frente y comenzó el baile. Entre tres logró esconder el balón incluso dentro del área. El último control lo dejó, pero ese baile no fue uno solo. Vinícius, al ver el balón suelto, remató sin pensar, y Milinkovic-Savic exhibió sus reflejos. El balón era blando y Richarlison, tropezando, lo empujó.
Un grupo de brasileños se formó en la esquina, frente a la parroquia ‘Canarinha’. Qué respiro para ellos. Con más aire y más espacio, la velocidad y el ataque de Brasil pasaron a primer plano, al igual que la magia.
Vinícius, en otra escapada, sacó un pase con el exterior, el que ha aprendido de Luka Modric, y conectó en el área con Richarlison. El brasileño enloqueció. Levantó el balón con el pie izquierdo y buscó un tiro con la derecha. Euforia. La fiesta ya estaba completa y los brasileños, nuevamente en grupo, bailaron y cantaron.
La nota agridulce la dejó un Neymar que se retiró rozado a diez minutos del final. Habrá que ver si fue por precaución o porque el futbolista del Paris Saint Germain tiene algo más grave.
Los tres puntos dejan a Brasil líder del Grupo G, empatado con Suiza, que venció a Camerún, pero con mejor diferencia de goles.
SIGUE LEYENDO…
VIDEO: Osman Bukari se ‘robó’ la mítica celebración de Cristiano Ronaldo y le celebra el gol en la cara
VIDEOS: «¡Pecho frío!»: Así comenzó la batalla campal entre mexicanos y argentinos en las calles
Con información de EFE