“No íbamos a permitir que esta cumbre UE-CELAC fuera una reunión en torno a Ucrania”, dijo Ralph Gonsalves, presidente de San Vicente y las Granadinas, y encargado de la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños ( CELAC).
Y, al parecer, no lo fue, a juzgar tanto por los acuerdos firmados -memorandos de entendimiento políticos, suscritos con El Salvador, Ecuador y Honduras, energía, con Argentina y Uruguay, y uno sobre materias primas con Chile- como por los 45.000 millones de euros para proyectos de cooperación anunciados por la presidenta Von der Leyen en la cumbre empresarial, que precedió a la cumbre política.
Preocupación, no condena
«Deber cumplido, se abre una nueva página», dijo, al presentar la declaración conjunta, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, subrayando que habían logrado «una declaración ambiciosa» firmada, íntegramente, por 59 de los 60 jefes. de Estado y de Gobierno. Nicaragua, representada por su Canciller, no aceptó el párrafo referente a Ucrania. Cabe recordar que el apoyo de Nicaragua, Cuba y Venezuela a Rusia hizo que ciertos sectores políticos europeos cuestionaran su presencia en la cumbre. Pero la reunión fue entre dos bloques, y cada uno extiende invitaciones a sus integrantes, explicaron fuentes europeas antes del encuentro.
Si bien Ucrania no fue el único tema a tratar en la reunión birregional, para los europeos sin duda fue importante lograr que los países de América Latina y el Caribe «condenen en los términos más enérgicos posibles la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania» -así lo afirmó en el proyecto de declaración propuesto por la diplomacia europea, pero en realidad se anunció que los países de la CELAC -con el presidente de Brasil, Lula da Silva, a la cabeza de ese consenso- no iban a aceptar tal condena.
Y la negociación de la declaración conjunta duró varias horas, hasta llegar a la frase: “Expresamos profunda preocupación por la guerra contra Ucrania, que provoca un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía global”.
¿Más receptivo?
“Ha sido una cumbre importante para América Latina y el Caribe, Europa reconoce nuestras propuestas”, declaró con satisfacción el presidente de Argentina, Alberto Fernández, país con cuya presidencia pro tempore de la CELAC (2022) se inició la organización de la cumbre de Bruselas. comenzó.
Más allá de que los europeos tomen nota de que los países de América Latina y el Caribe se han declarado zona de paz, la soberanía sobre las Islas Malvinas también tuvo cabida en la declaración: la UE “toma nota de la posición histórica de la CELAC basado en la importancia del diálogo y el respeto del derecho internacional en la solución pacífica de los conflictos”.
alrededor de las materias primas
En cuanto a las materias primas y los acuerdos tan buscados por Europa para asegurar su abastecimiento, «por primera vez hemos acordado discutir un mecanismo para acabar con el extractivismo», declaró Fernández en alusión a las inversiones europeas, que, según el planes que incluyen la iniciativa Global Gateway, estarán dedicados a crear valor agregado para las materias primas del continente americano.
“No vamos a permitir más saqueo de nuestros recursos naturales”, subrayó el presidente boliviano, Luis Arce, en foros alternativos. En este sentido, haciendo referencia a una resolución de Naciones Unidas, la declaración reconoce “el planeta Tierra y sus ecosistemas como nuestro hogar”, y que “Madre Tierra” es un término común en varios países y regiones”.
Clima, deuda, narcotráfico
«Dos mundos en tensión, en su propia diversidad, se han encontrado», dijo el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la clausura de la Cumbre de los Pueblos, el encuentro alternativo paralelo a la cumbre oficial. “Lo que empieza a definir los conflictos en el mundo es la crisis misma del capitalismo”, afirmó Petro, en alusión a los efectos del cambio climático, provocado por la mano del hombre, y que “matará hasta al capitalista más convencido”.
En este sentido, la UE y la CELAC se comprometen a seguir de cerca la evolución de diversas iniciativas, como las propuestas en la Cumbre por un Nuevo Pacto Financiero Global, donde el presidente colombiano presentó su propuesta de canje de deuda por acción climática. Por otro lado, el documento recuerda a los países desarrollados su compromiso de aportar 100.000 millones de dólares al año para financiar la acción climática en los países en desarrollo.
Así, y con una hoja de ruta que incluye la siguiente reunión, en Bogotá en 2025 -cuando Colombia ocupe la presidencia de la CELAC-, los jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron, entre otras cosas, a fortalecer la cooperación en seguridad ciudadana mediante el combate al crimen organizado en todas sus formas. “Es hora de pasar de las buenas intenciones a las acciones concretas”, subrayó Xiomara Castro, presidenta de Honduras, país que presidirá la CELAC en 2024.
(cp)