“En un momento en que los países de nuestra región están dando un giro radical hacia gobiernos antiestadounidenses, es fundamental que redoblemos nuestros esfuerzos para apoyar a los aliados proestadounidenses en nuestro hemisferio”, dijo el republicano Marco Rubio.
El presidente ecuatoriano viajó en febrero a China, país con el que está negociando un tratado de libre comercio.
China es uno de los principales socios comerciales de Ecuador y su principal acreedor en términos de deuda entre países, con un 12% del total.
Ecuador también tiene fuertes lazos comerciales con Colombia y Estados Unidos, cuyas relaciones con Beijing son tensas.
El senador republicano Jim Risch, otro de los impulsores del proyecto de ley, señala que Ecuador ha dado «pasos importantes en el restablecimiento de políticas económicas favorables al libre mercado ya sus instituciones democráticas».
Se trata, dice Risch, de «promover la prosperidad económica y la estabilidad regional a través de lazos comerciales más fuertes y una mayor transparencia, respeto por el estado de derecho y resistencia contra las influencias malignas estatales y no estatales».
Para el demócrata Tim Kaine, quien encabezó una delegación bipartidista del Congreso a Ecuador en julio del año pasado, la propuesta legislativa tiene como objetivo «expandir las oportunidades económicas y promover la buena gobernabilidad en Ecuador».
El Proyecto de Ley de Asociación EE.UU.-Ecuador de 2022, basado en una resolución bipartidista aprobada en 2021, fortalece la cooperación entre las instituciones democráticas, el crecimiento económico inclusivo y la conservación del medio ambiente, así como la lucha contra la corrupción, el crimen y la «influencia extranjera maligna».
La semana pasada, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó un proyecto de ley para contrarrestar la influencia de China, con una sección sobre América Latina y el Caribe.