Señas, adrenalina y sexo en público: los secretos de los encuentros casuales en la Ciudadela y la Alameda

El Centro Histórico de la Ciudad de México esconde mucho más que monumentos o edificaciones emblemáticas, pues al prestar atención, sobre todo cuando cae la noche, las calles se convierten en un espacio en el que la complicidad, la aventura y la placer envuelve a cualquiera gracias a prácticas como «crucero», que se define como una forma en que la comunidad LGBT+ mantiene encuentros sexuales casuales en espacios públicos.

Solo pensando en tener sexo casual Bajo la adrenalina de ser descubierto hay algo que llama la atención de muchos; sin embargo, para los miembros de la comunidad esta no es solo una forma de incursionar en el mundo del placer, sino también del Reconocido y ser aceptado. Al menos así lo explica a El Heraldo Digital un joven de 25 años, a quien llamaremos Regino para proteger su identidad, quien desde los 16 años incursionó en el mundo de las citas casuales.

La Ciudadela es un punto de encuentro. (Foto: El Heraldo)

De La Ciudadela a La Alameda, así se vive el sexo en los espacios públicos

Es viernes por la tarde y los últimos rayos de sol inundan el Parque Tolsa de La Ciudadela, el lugar donde Regino pasó parte de su adolescencia y donde otros hombres homosexuales o cisgénero (o conocidos como cis, cuando la identidad de género coincide con el sexo biológico de una persona) también vienen a disfrutar de todo tipo de placeres y descubrir sus preferencias sexuales, además de luchar contra estigmas sociales como el que dicta que las enfermedades de transmisión sexual son inevitables.

«I comencé a venir a estos espacios donde encuentras sexo casual porque me queria explorar; Desde muy pequeño supe que era homosexual o gay, pero debido a tu entorno social y familiar, las dudas empiezan a entrar en tu mente. Empecé a venir aquí para explorarme y realmente descubrir cómo es el mundo gay en la Ciudad de México”, explicó.

Recuerda que era común para él escuchar comentarios como que el “mundo gay estaba mal” por los mitos de que nadie se salva de contraer una enfermedad de transmisión sexual que lleva a la muerte. “Hay mucha desinformación y tuve que investigar y darme cuenta de las cosas que me pueden traer este tipo de lugares», especialmente cuando se trata de disfrute, dice Regino.

Los bancos de las zonas más oscuras de La Alameda Central también se utilizan para esta práctica. (Foto: El Heraldo)

Pero el placer es mucho más extenso y variado, sobre todo habiendo aprovechado determinados espacios para practicar la «crucero» ya sea desde un banco como los de La ciudadela o las de La Alameda, siempre acompañadas de la oscuridad de las calles, la poca intimidad de un coche o los baños públicos, por citar algunos de los lugares escogidos para llevarla a cabo.

“Al principio le tenía miedo por el contexto que me daban mis familiares y el entorno social, pero realmente La experiencia fue muy rica para mí. porque supe explorar, me ayudó en cierta medida a entender quién soy, cómo soy y que no necesito etiquetas ni ir a ningún lado para decir mis preferencias».

Aquí tienes experiencias «muy ricas», dice Regino

Luego de nuestra conversación en La Ciudadela y poco antes de que el lugar se llenara de gente en bancas o con sus autos estacionados cerca, caminamos con Regino para hacer el recorrido obligado y tan conocido por quienes practican el «crucero». Bueno, además de este destino, hablando del encuentros casuales También incluye el Cine Savoy, las cabañas, Capital Sex o los hoteles más recónditos de la CDMX, donde también es habitual el consumo de drogas.

El cine porno de la CDMX. (Foto: El Heraldo)

«Aquí se llega a reunir a la gente de la comunidad LGBT y también personas cisgénero. Los LGBT se ubican más en las bancas y los cis están más en los autos, algunos comienzan a tocarse dentro de sus autos con poca luz y bueno, de verdad todo pasaañade poco antes de que La Ciudadela se llene de gente en busca de aventuras.

Por supuesto, la aventura nocturna no acaba aquí, sino que en La Alameda donde «coquetear» con desconocidos se convierte también en una experiencia única para quien sabe observar, pues dentro de este «mundo gay» hay claves que te permiten llegar a lo casual, como explica Regino: «Aquí no hay comunicación verbalEntre algunos de los letreros que la comunidad LGBT+ ha creado para los encuentros casuales en público y cuyo significado es una invitación a acercarse, se destacan los siguientes:

  • Sentarse con las piernas cruzadas
  • Tocarse el pene al ver a otro hombre
  • Mover la cabeza o los ojos como señal de «ven aquí»
  • Pasa tu pulgar por tus labios
  • La ropa como pantalones cortos o camisetas sin mangas también es clave.

Y por supuesto a ellos se suma el avance tecnológico con plataformas de citas como Grinder, que facilita estos encuentros y además deja claro lo que se busca, ya que el sexo casual entre dos personas no es lo único que se puede hacer, ya que los tríos o ver a la pareja teniendo relaciones con un desconocido también despierta la excitación de gente de todas las edades.

“No me da vergüenza contarlo… en ese momento llamó mucho la atención. En este medio le dicen mocoso y eso llamó (la atención) de los señores; realmente Me lo pasé genial«, recuerda mientras el único cómplice es la oscuridad de la noche.

El edificio del medio solía ser conocido como la «Máscara» y también era parte de encuentros casuales. (Foto: El Heraldo)

Hay que olvidarse de los tabúes, «que se exploren»

Tras recordar los mitos y discriminaciones que rodean socialmente a los hombres homosexuales, Regino no dudó en pedir tanto a jóvenes como a adultos que se olviden de los tabúes y reconozcan que la sexualidad poder disfrutar de muchas maneras, incluso si el sexo no está directamente involucrado. En esto coincide la ideología de las nuevas generaciones, que recuerdan que la masturbación, los juguetes sexuales o simplemente ver a la pareja disfrutando de su libertad sexual con un desconocido pueden convertirse en una forma de experimentar y reavivar la llama de la pasión.

“(Les diría) que se exploren a sí mismos, que se dejen tanto tabú que hay en la sociedad, que no les de vergüenza decir que no les gusta tener sexo, pero sí que les da ver a otra persona teniendo sexo, es lo más normal del mundo, que no les dé vergüenza decir que te pone cachondo que otra persona esté teniendo sexo con tu pareja. Nadie te va a juzgar, tu eres tu y tirar el culo *o y donde cae. Deja de juzgar y vive tu sexualidad”, concluyó.

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