Fuera del gobierno boliviano por más de tres años, por lo que a él y a sus partidarios les gusta llamar un «golpe de Estado», evo morales fue arrojado desde arriba al lodo en noviembre de 2019 después de intentar perpetuarse en el poder hasta por un cuarto mandato y manipular la elección presidencial de 2019, descubrió la OEA.
Ahora, el expresidente recorre la región con el proyecto de una América Plurinacional de los Pueblos, la RUNASUR. Y Perú, hundido en su propia crisis, parece ser pasto de los planes del boliviano.
Con ese mismo proyecto bajo el brazo, visitó Buenos Aires con motivo de la cumbre de la CELAC.
Apenas iniciado enero, el gobierno peruano prohibió el ingreso de Evo y otros ocho ciudadanos bolivianos, acusados de haber realizado «actividades de proselitismo de carácter político» que afectó «la seguridad nacional del país».
Según explicó en su momento el Ministerio del Interior peruano, en los últimos meses se habían detectado ciudadanos extranjeros de nacionalidad boliviana que «ingresaron al país realizar actividades de proselitismo de carácter político”.
Esto, según el ministerio, “constituye un claro impacto en nuestra legislación migratoria, la seguridad nacional y el orden interno del Perú”.
Si bien no proporcionó detalles sobre qué tipo de actividades específicas realizaban estos ciudadanos bolivianos, a todos ellos, incluido Morales, se les prohibió ingresar a Perú a través de todos los puntos de control de inmigración.
Para Boluarte era claro que Evo estaba interviniendo en los asuntos internos de Perú, donde desde la destitución de Pedro Castillo, quien también fue destituido tras intentar cerrar el Congreso, se vive una situación de creciente violencia, con un saldo de cincuenta muertes.
Ya en noviembre de 2021, Evo había sido declarado persona non grata en Perú «por su activismo político negativo en Perú y su evidente injerencia e intromisión en la agenda del Gobierno” de Castillo.
También este enero, la fiscalía peruana recibió una denuncia de un diputado ultraconservador contra Morales, a quien acusa de presunta comisión de delitos contra la seguridad nacional y traición a la patria, en la modalidad de “atentado contra la integridad nacional”.
¿Está Morales acusado de instigar protestas ¿Quiénes buscan la renuncia de Dina Boluarte, la clausura del Congreso, la convocatoria de elecciones e incluso la convocatoria de una asamblea constituyente?
Las protestas comenzaron en el sur de Perú, tierras leales a Castillo y fronterizas con Bolivia, y luego avanzaron a Lima la semana pasada para tomar protagonismo.
Evo aplaudido por las masas
Evo Morales está convencido de que si pone un pie en Perú será aclamado como un héroe. Desafiante, dijo este domingo que si fuera a visitarlo, sería recibido por el «pueblo verdadero» como en una «proclamación» de candidatura, es decir, de manera masiva, y consideró que «pequeños grupos» son los que no lo quieren en ese país.
En un programa de la emisora Kawsachun Coca, Morales se refirió al tema al hablar de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), que, señaló, hizo «mucha historia» y por eso es reconocido en países como Argentina y Perú.
“Algunos grupitos aprovechando que la prensa (va) declarándome persona non grata, (dicen que) Evo no debe entrar al Perú, pero la verdad gente, gente, ¿cómo sería si entrara al Perú? ¿Te imaginas ahora mismo? Sería una aclamación, como una proclamación”, dijo.
Evo admitió haber tenido contacto con la Confederación Campesina del Perú (CCP), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) o sindicatos en zonas como Quillabamba.
El expresidente boliviano sostuvo una presencia activa en Perú, especialmente en las regiones del sur del país, durante el gobierno de Castillo (2021-2022) con el objetivo de fomentar la integración de las regiones como Puno al proyecto Runasur, la plataforma internacional de movimientos sociales e indígenas que promueve.
Según Morales, algunos peruanos le dijeron: “Nos levantamos como tú, eso dicen, sobre todo en el occidente peruano, el pueblo ignorado”.
Y agregó que los peruanos lo buscan para compartir «experiencias de lucha» por demandas sociales y también por «gestión pública» porque el gobierno del MAS «es conocido y reconocido en todo el mundo».
Fuera de Perú, firma en las redes
Morales no podrá ingresar a Perú, pero sigue echando gasolina al fuego desde las redes sociales. Publicó en Twitter sobre la crisis en el país vecino y defendió a los movilizados contra el gobierno de Dina Boluarte, que «están liderando la lucha pacífica contra el genocidio en Perú» y «no llaman a la guerrilla ni a la guerra civil».
“Piden una solución pacífica a los problemas históricos de exclusión y explotación de sus recursos naturales a través de una Asamblea Constituyente”, dijo.
“Reiteramos nuestro pedido a la comunidad internacional, a los organismos de defensa de los derechos humanos y a los países amigos para que unan sus voces para exigir alto a la represión inhumana contra nuestros hermanos peruanos. Que se preserve el sagrado derecho a la vida”, agregó.
Editorial Clarín
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