Teatro: La tormentosa y apasionada vida de Manuel Rodríguez Lozano en escena

En 1942, Manuel Rodríguez Lozano fue encarcelado en Lecumberri: fue acusado de robar unos grabados de Albrecht Dürer y Guido Reni, que formaban parte de una exposición en el Escuela Nacional de Bellas Artes y que fueron robados durante una reyerta. De su visita al Palacio Negro quedó el mural “Piedad en el desierto”, que pintó en la sala de visitas familiares de la prisión y que hoy forma parte de otro palacio, el de Bellas Artes.

Justo en ese momento, cuando Rodríguez Lozano aplica las últimas pinceladas al mural inspirado en «La Piedad» de Miguel Ángel, sucede «Solo en el desierto», monólogo de Vicente Ferrer, protagonizado por Leonardo Mackey, que se presenta todos los martes de agosto, a las 20:30 horas, en el Círculo Teatral de la Ciudad de México (Veracruz 107, col. Condesa).

El proyecto, explica Ferrer, “surgió a raíz de otro monólogo “Cita en Notedrame”, que habla de Antonieta Rivas Mercado, realizado entre 2013 y 2014. En el momento de hacer la investigación comencé a tener referencia a Rodríguez Lozano y me pareció que él debería tener tu propio monólogo.

Tras realizar una investigación que duró casi seis años, especialmente en libros como los de Berta Taracena y Beatriz Zamorano, Ferrer decidió que su pieza debía ubicarse en 1942: “A raíz de que fue nombrado director del Instituto Nacional Escuela de Artes Plásticas Surgieron muchos enemigos políticos y cuando creó una exposición en 1941, hubo una reyerta y robaron los grabados de Durero y Reni; él hizo la denuncia pero los grupos de oposición lo acusaron y eso provocó que lo encerraran en Lecumberri”.

En “Solo en el desierto”, desde ese momento en el que está ultimando su obra, “hace una retrospectiva de su vida, de su infancia, de su tormentoso matrimonio con Carmen Mondragón, de la tensa relación que mantuvo con los muralistas y su ruptura con ellos, la relación con los Contemporáneos a la que perteneció junto con Rivas Mercado, Villaurrutia, Novo, y su relación amorosa con Abraham Ángel, su discípulo, que terminó trágicamente”.

De ese momento en que está dando los últimos retoques a su obra Foto: Especial

varios estados de ánimo

Durante 75 minutos, el actor Leonardo Mackey está acompañado por el bailarín Andrei Caballero, quien asume las personalidades de todas las personas cercanas a Rodríguez Lozano, pero también las voces en off de Tito Vasconcelos para dar vida a Salvador Novo; Jorge Levy como el padre de Manuel; Roxana Andrade como Rivas Mercado y Ariane Pellicer como Carmen Mondragón.

En la pieza, dice Ferrer, se ve una Rodríguez Lozano que “pasa por diferentes estados de ánimo, desde el enfado que siente al estar encerrado por un motivo injusto, los momentos felices que pasa con Abraham Ángel, los momentos de dolor que le provoca su pérdida y la muerte de Mercado de Rivas”.

dhfm

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