irene shashhar Tiene 85 años, llena de energía y una obligación consigo misma, cuenta la historia de tu vida, la que quedó truncada y marcada por el Holocausto, que acabó con prácticamente toda su familia. Pero con los años, siente que ella derrotó a Hitler, como dice el título de su libro.
Con motivo del Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas del Holocausto, Shashar habló con la agencia EFE en Madrid.
Esta sobreviviente nació en Polonia, creció en Perú después del final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y se ha radicado en Israel hasta el día de hoy, donde cuenta su pasado con la convicción de hacer lo que debe.
En la capital de España estuvo participando en varios actos organizados por el Centro Sefarad Israel con motivo del mes de la memoria del Holocausto.
“Siento en mi sistema, en mi ser, en mi alma, que por haber sobrevivido tengo que contarlo, Tengo que hablar en nombre de los que no pueden y nunca podrán hablar, he tomado sobre mí la misión de hablar en nombre de un millón y medio de niños como yo», explica.
Shashar pasó sus primeros años de vida en el gueto de Varsoviaicono de la resistencia polaca a la estrategia de exterminio judío de los nazis, donde vio morir a su padre y a cientos de niños mientras ella se escondía para no correr la misma suerte.
Y se pregunta por qué fue ella quien sobrevivió y no otros niños: «¿He tomado el lugar de otro niño? Todo tipo de ideas que, de día o de noche a lo largo de 80 años, pasan por tu cabeza: por qué tú, yo, nosotros, por qué». depende de nosotros?
A pesar de todas esas preguntas que la acompañan, asegura que, cada vez que cuenta su historia, “la mochila se hace más llevadera”.
“Como hablo y hablo mucho, como testigo de lo que pasó en Polonia, es como una mochila que de alguna manera es más llevadera, quizás más liviana, no desaparece por completo, pero me da una satisfacción interna si al menos es un hombre joven. me ha escuchado», reflexiona.
Una infancia sin ser niña
Shashar recuerda con naturalidad su pasado y sus primeros años de vida en el gueto de Varsovia, donde vio morir a su padre, perecer a varios familiares y Sufría de hambre y frío severo.
De allí logró fugarse con su madre; Fuera del gueto, en la ciudad, tendría que esconderse para horas, días y años en un pequeño armario.
“Me considero una chica escondida, en un armario, con todo lo que te puede tapar y esconder para que el enemigo no te vea”, describe, antes de recordar que la vida en ese momento se basaba en «obtener las cosas más básicas».
“Resguardarme del frío porque en Polonia hace mucho frío en invierno, hambre, poder ver la luz, porque mis recuerdos de niño son que la mayoría de mis días estaban viviendo en la oscuridad«, oculto.
Por eso, pasó su infancia sin ser niña, sin poder “salir, ser libre para divertirse, columpiarse, caminar, saltar, jugar…”.
“Todo esto para mí era desconocido y prohibido, porque Hitler decidió que, por haber nacido judío, No tenía lugar en este mundo«, resume.
Una victoria final sobre Hitler
A pesar de todo, nadie borra la sonrisa del rostro de Shashar. Su historia, que hoy relata con naturalidad, no se la contó a sus hijos hasta que el mayor cumplió 19 años y su hermana 17 porque él quería seguir «protegiéndolos».
«Quería protegerlos de mi mente y mi concepto, de lo que Yo era diferente de los padres de otros niños, porque venía de la guerra», dice.
Y aunque rompió el silencio con sus familiares, insiste en que con aquellos con los que ha encontrado «un lenguaje común» es con los que pasaron por el mismo infierno que ella.
Ahora, con el libro en el que narra sus vivencias en sus manos, «Yo derroté a Hitler», reivindica su derecho a contar historias y la necesidad de que la sociedad recuerde para no repetir estos crímenes.
«Que derroté a Hitler es la realidad, mi victoria está aquí, con dos hijos y siete nietos que tengo una vida normal y feliz (…), disfruto y ese goce es mi victoria sobre Hitler, que quería hacerme desaparecer de la faz de la tierra».
El autor es periodista de EFE
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