
Más allá de lo político y todo lo que se pueda decir respecto a la inversión histórica que tendrá TESLA En nuestro país, hoy vale la pena tener una visión de futuro en materia económica y trabajar en la gran oportunidad que se nos presenta. Nuevo León y México.
Al final del sexenio Carlos Salinas de Gortari, Al entonces secretario de Comercio y Fomento Industrial, Jaime Serra, se le atribuye la frase, “La mejor política Industrial es la que no existe”, estas palabras estremecieron a los Industriales de México.
El mensaje fue contundente, la competitividad se podía lograr en la medida en que las empresas comenzaran a competir abiertamente, desde entonces nuestro país se abrió y abrió fronteras con la idea de fortalecer el comercio y ser más atractivo para la inversión.
El TLCAN en ese momento favoreció la posición de México, un país con gran capital humano y una posición geográfica privilegiada junto a la economía más poderosa del mundo. Ese concepto proteccionista que en ese momento se denominó mal política industrial tenía que desaparecer.
Las distorsiones aumentaron con la poderosa explosión del gigante asiático ante el mundo, China se convirtió en el gran fabricante del globo con el gobierno formando parte de las empresas y con una “Política Industrial extremadamente agresiva” que en poco tiempo dejó a un lado el miedo de los inversionistas. del régimen autoritario que había mostrado una gran vocación por la captación de capitales.
Los subsidios, un esquema laboral muy cuestionado, donde los trabajadores viven dentro de las fábricas, la piratería y muchas otras cosas ponen en el debate las prácticas desleales y el desequilibrio de los competidores, la realidad es que solo aquellos que lograron los niveles de competitividad que se requerían en el mundo serían capaces de sobrevivir.
La tecnología revolucionó la economía, que se ha ido transformando como el conocimiento, cada vez más rápido, tanto que perdimos la conciencia de ella. Mientras las economías de países como Corea del Sur centraban su estrategia en la educación, la tecnología y la innovación, México continuaba con un sistema educativo obsoleto, con escaso desarrollo tecnológico, poco presupuesto, poco discurso y menos acciones que acompañar. los campeones, aun así, las bondades de nuestro país han estado y seguirán estando ahí, y las inversiones iban y venían, algunos estados como Nuevo León, Jalisco, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, entre otros, hicieron los deberes.
Los sectores automotriz, aeroespacial y de alta tecnología han desarrollado ecosistemas importantes que han aportado mucho a lo largo del tiempo, es así como el concepto de Política Industrial recupera fuerza, y no solo fuerza, debe tomar prioridad en nuestro país, sino un estado- generación de Política Industrial de última generación.
La llegada de la Industria 4.0, como la bautizaron los alemanes, obligó a las economías a preguntarse cómo afrontar el gran reto: hacer más competitivas a las pymes en la era digital, y a debatir las nuevas formas de trabajo y la posible pérdida de puestos de trabajo por a la robotización, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, entre otros conceptos con los que ya convivimos todos.
Es allí donde en México se retoma la política industrial, no basada en el proteccionismo sino en el acuerdo nacional para aprovechar las ventajas competitivas y promover el crecimiento a través de una industria que ya no es la misma, que ya no funciona igual y para la que otra. se necesitan estrategias.
Luego de la modernización del TLCAN, que da como resultado el T-MEC y donde participé liderando el “Cuarto de Junto” del Sector Industrial como Presidente de CONCAMIN, se sentaron las bases del nuevo juego.
En este sexenio se desmantelaron programas, políticas y estrategias que sin duda estaban planeadas para enfrentar este gran desafío y la Cuarta Revolución Industrial obligó a ello, lamentablemente de un día para otro la estrategia económica de México se volvió para ir en la inercia y sin tener un plan, es decir, no había estrategia. La estrategia de generación de talento, de encadenamiento productivo, de innovación y de aumento de la productividad y competitividad industrial quedó en blanco.
El Covid-19 fue una desgracia para el mundo en términos de salud y en términos económicos, pero reconfiguró la economía mundial.
El «Nearshoring» ahora tan en boga en el lenguaje de empresarios y economistas, etc., no es más que el resultado de esta reconfiguración, el cierre de algunos países al comercio internacional, la guerra comercial USA-CHINA, la invasión de Rusia a Ucrania , el aumento de los costos logísticos y de materias primas, el aumento de los costos energéticos, etc. Le han dado una vez más a México una oportunidad que no debemos desaprovechar.
Hoy la llegada de TESLA a México es una gran noticia, una inversión de esta magnitud debe generar beneficios importantes para nuestro país, Nuevo León está de fiesta y México y los mexicanos también deben estar ahí, si entendemos lo que esto significa y si esto ayuda a reorientar la estrategia que nos permita sacar el máximo partido a esta gran inversión.
Si se plantea una estrategia para desarrollar una cadena de suministro que permita a las empresas mexicanas, en especial las pequeñas y medianas, ingresar a la cadena de valor, si se desarrolla una nueva estrategia de generación de talento que permita a nuestros jóvenes contar con las habilidades que empresas más innovadoras como TESLA requieren, si planteamos un esquema que permita incrementar la productividad y competitividad de los sectores y regiones aprovechando la vocación de cada uno de ellos y consigamos que todo ello vaya acompañado de un despliegue de innovación vinculando a los actores , si garantizamos un sistema energético fiable con transición a las energías renovables y aplicamos la tecnología más avanzada para el abastecimiento de agua, tendremos una Política Industrial de última generación.
La llegada de TESLA a México debemos verla como la gran oportunidad del país y la verdadera oportunidad también está en la capacidad de las empresas mexicanas para integrarse a esa cadena de valor. Si las empresas no lo hacen, será otra maquiladora, que dejará pocos puestos de trabajo; algunos están bien pagados, pero si lo logramos, estaremos en el escenario donde el país puede ubicarse entre las 10 economías más fuertes del mundo en muy poco tiempo.
POR MANUEL HERRERA VEGA
Diputado Federal MC, Ex Presidente de CONCAMIN y Coordinador Nacional de CRECE México
MAÍZ