Turquía, el papel de baño y otras fuentes de financiamiento

Pamela Cerdeira logró rastrear un paquete de arroz y uno de papel higiénico, que donó a los damnificados en Turquía a través de la Cuarta Transformación de la Vida Pública, es decir, del gobierno morenista en tierras chilangas, hasta su penúltimo destino, y resultó fuera que el penúltimo destino no estaba en Ankara, Estambul ni nada por el estilo. No: su penúltimo destino, es decir, el antes de terminar en la cocina o el baño del buen pueblo, fue en una escuela y un mercado estrictamente chilangos.

En resumen, los funcionarios de izquierda tomaron los productos que los ciudadanos donaron y los vendieron. Algo como eso:

–Compañero, averigüe cuánto cuesta –es un dicho– doble capa Mega Suave.

–135 un paquete, compañero –es otro dicho–.

-Cámara. Dile a Brayan que lo estás vendiendo por 75. Él puede venderlo por 90, más barato que Guolmart, y aun así vencerlo.

Y así con lo que quieras: el arrocito, el atún, las vendas.

No tomes esto como una crítica. Lo que Pamela descubrió es la forma brillante en que opera el humanismo mexicano. En otras palabras, es cierto que una familia turca que se quedó sin hogar también puede haberse quedado sin comida, o condenada a usar periódicos para ir al baño. A cambio, la Cuarta Transformación logra bajar un poco el precio de la canasta básica, que es muy importante cuando no se ha bajado la inflación, y supongo que financiar el movimiento, que no es menos importante porque la utopía es muy cara y Pemex sigue sin dejar dividendos. En uno de esos, pero también es un supuesto, la lana producto de la redirección de recursos que aplica el morenismo capitalino puede servir para darle un plus a algunos funcionarios. Tampoco lo tomes como una crítica. Ellos lo merecen. Tanto luchar por el pueblo justifica una recompensa.

No es la primera muestra del genio morenista para la ingeniería financiera. Recordemos, por ejemplo, la ley del 10% que se aplicó a la función pública texcocana, o el buen uso que se le dio al fideicomiso de las víctimas. Lamentablemente lo de mi maestra se convirtió en un escándalo y no todos los días hay terremotos, así que habrá que pensar en fuentes alternativas de lana. Ojalá puedan ayudar al Dr. Patán con una lluvia de ideas para los compañeros del movimiento. No sé: hacer un cinturón de suadero alrededor del Felipe Ángeles y cobrar el 10% de los tablajeros, o armar una cadena de vulcanizadores estatales y usar ventiladores del Conacyt para inflar llantas. Yo los leo. La solución somos todos.

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El premio al tuit de la semana fue, una vez más, muy competitivo. El de «los tiempos del Señor», de Adam Augustus, fue difícil de superar. Lamentablemente, ya lo habíamos escuchado, y aquí también se premia la originalidad. Así, sin más preámbulos, el jefe de Gobierno, maestro de la sencillez y la contundencia, triunfa con “Viva el Partido Verde”.

Julio Patan

Colaborador

@juliopatan09

LSN