En enero de 2010, la saliente Michele Bachelet acudió a la casa del electo Sebastián Piñera para desayunar y hablar sobre la transición presidencial en Chile. Se lo debió haber dicho a Macri, mentora de Milei, quien exige un reconocimiento similar tras la noche de celebraciones. Reclamó precedencia sobre Alberto Fernández y se negó a visitarlo en Olivos. Que venga al hotel a verme.. Está en las reglas de protocolo de otros sistemas, dijo.
Milei partió de lo básico de la cortesía con la difícil tarea de armar un gobierno a partir de un club de fans que ganó con votos prestados. Difícil rompecabezas para un presidente sin partido ni territorios. Por ahora parece obligado a ganar músculo en el silencioso debate sobre la distribución de cargos, bajo la presión de la administración Macri que intenta darle nombres e ideas.
Los sospechosos que sacan conclusiones de las fotos, Les sorprende que Milei no llevara a Macri y Patricia al escenario de los festejos. Se tomaron fotografías y videos que fueron publicados casi entrada la noche. Se aconsejó que haya autonomía en las imágenes, para evitar que Macri aparezca como el padrino de la victoria. Macri celebra porque acertó la apuesta al número que salió correctamente, pero la victoria es del conjunto del electorado de JxC.
El peso de los gobernadores
milei lo sabe Los gobernadores produjeron la derrota de Sergio Massa.. Los del peronismo le soltaron la mano al desacoplar las elecciones locales, durmieron en las PASO y no se movilizaron significativamente en las siguientes vueltas. Algunos perdieron y le han dado un panorama de poder al no peronismo con 10 gobernadores en los que Milei tiene que trabajar para vertebrar su mandato. Milei ganó en 21 de 24 provincias, el peronismo en dos de ellos -Buenos Aires y Formosa- y el radicalismo K en uno -Santiago del Estero-. Pero no tiene gobernadores ni alcaldes.
Existen operaciones subterráneas que pueden dar estructura a un gobierno todavía en estado gaseoso. Son los que ocurren enfrente en la Argentina federal. Atento a esa necesidad, hace más de un mes, cuando no se sabía quién gobernaría, el gobernador electo de Chubut, Ignacio Torres, convocó a una reunión de líderes de la Patagonia en Ushuaia. Eran seis: Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Neuquén, La Pampa y Tierra del Fuego.
Son de diferentes partidos, pero conspiraron para formar un grupo de presión para defender sus intereses, afirmando los 18 senadores nacionales que puede comprometer. Imaginan un interbloque que les permita defender a los suyos y darle alguna organización a un presidente sin territorio ni partido. No tienen los mismos intereses, algunos incluso son contradictorios. Por ejemplo, en torno a la extracción de hidrocarburos. Neuquén es la estrella, con las inversiones concentradas en Vaca Muerta, mientras otras provincias tienen yacimientos convencionales que requieren grandes inversiones para frenar su caída.
Distribución de cargos
Este Área de Hidrocarburos es la que a Macri le interesa que Milei encomiende al PRO de Acassuso, como prenda del pacto. Las miradas se centran en los nombres del gabinete. Milei no tiene equipo y escuchará a un grupo de voluntarios que le traerán nombres, ideas e ideas. El hombre en el que piensa es Javier Iguacel. Milei mira hacia otro lado por ahora. Ofreció la Secretaría de Energía a un consultor internacional que dijo que no. Ellos sabrán.
Ahora piense en importar un experto regulatorio que sea consultor global y que mire el mundo desde Marbella, España. se trata del abogado Eduardo Rodríguez Chirillo, quien fue asesor de Carlos Bastos en los años 90. Milei insiste en privatizar las acciones del Estado en YPF y para ello será más útil un regulador que un hombre en el hoyo. El otro ámbito por el que deambula Macri es el de la Justicia, pero Milei ya adelantó que Su ministro será Mariano Cúneo Libarona. La opción de Mauricio era Germán Garavano o Bernardo Saravia Frías.
Otro grupo comenzó a discutir un cumbre de los 10 gobernadores que responden a la marca Cambiemos. Alfredo Cornejo está al frente y ya fijó fecha: este miércoles. Discuten el lugar, pero también buscan armar una plataforma que el resultado electoral ha dejado perforada. En el peronismo, la territorialidad parecía ser su principal activo, lo que compensaba la debilidad de su liderazgo y de su programa. Ahora lo ha perdido todo.
Una tercera fuerza territorial es la llamada gran norteque reúne a otras 10 provincias donde conviven peronistas con dos radicales, Gerardo Morales y Gustavo Valdés. Tiene hombres fuertes del peronismo como Gildo Insfrán y también se hace referencia en Gerardo Zamora, de Santiago del Estero. Dos fuertes pilotos del grupo quedaron fuera, Juan Manzur y Jorge Capitanich, quienes no pudieron renovar sus gobernaciones en Tucumán y Chaco. Tienen comprometidos proyectos de capital importancia, por el monto de la inversión y porque son planes plurianuales con fondos internacionales.
La perla de este emprendimiento es una Plan Estratégico Logístico Integral del Gran Nortee, que prevé 312 obras públicas en total, y 116 en el primer tramo. Está articulado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), un organismo interprovincial donde conviven todas las provincias. Está dirigido por el secretario general Ignacio Lamothe, un delegado de Wado de Pedro que ha sabido conformarse a todos los gobernantes. La tarea de este grupo, que entra en recomposición con los nuevos dirigentes, es afrontar el proyecto de Milei de recortar el presupuesto de 2024 poniendo una motosierra en las obras públicas. Será la primera batalla de su gobierno.
Juntos votantes
La elección de Milei es un hecho colectivo, más que candidatos. Las divisiones en los partidos que se enfrentaron el domingo 19 de noviembre resultaron en las candidaturas de candidatos que venían de sufrir derrotas en las etapas anteriores. En la primera vuelta, Massa obtuvo el peor resultado jamás registrado por un candidato peronista. Milei quedó en segundo lugar.
El repechaje en el que participó fue resultado de la reacción del electorado, que hasta ahora había estado representado en Juntos por el Cambio y que decidido, colectivamente, con instinto familiar, apoyarlo en el enfrentamiento victorioso contra el peronismo. La simple suma de los votos del propio Milei, más los de JxC del 22 de octubre, dan el resultado final del domingo. Ese electorado se levantó por encima de la fractura de los dirigentes, que los llevó a la derrota con Patricia Bullrich. Ellos encarnaron la leyenda.: con los líderes a la cabeza, o con los jefes de los líderes.
La publicidad postelectoral intenta darle un esqueleto a la tribu de Milei. Algunos destacan el número de votos recibidos, el mayor jamás obtenido por un presidente en la historia. Que vivo, estaba en segunda vuelta, así que cualquiera. Una segunda vuelta es una colección informal de amores y odios, de apoyos y rechazos que construye un clímax que dura un minuto. ¿Pero qué prescribe cuando tocan el timbre anunciando que ha terminado el turno?
De esos votos, Milei tiene el 30%, lo que consiguió en las PASO y en la primera vuelta. El resto son votos emitidos por un público que le dio, apresuradamente, un mandato único: venció a masa. Ya cumplió. Ahora ese electorado del voto prestado es el futuro acreedor. Milei tiene que dedicar los primeros dos años, los años de aprendizaje de todo presidente, a construir la legitimidad de su administración. Porque sobre el papel entra con el 30% de sus propios votos, en el rango de presidentes débiles de nuestra historia: Arturo Illia, 24% en 1963, Néstor Kirchner 22% en 2003. Esa es la tarea del héroe.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi