El arresto de una nena de 6 años en una escuela de Orlando, Florida, causó indignación y llevó al despido del policía involucrado. En un desgarrador video grabado por la cámara que el agente lleva en su uniforme, se puede ver cómo le esposa las manos con precintos de plástico y la sube entre lágrimas al patrullero.
El episodio ocurrió el 19 de septiembre pero las imágenes recién fueron difundidas por la familia de la pequeña Kaia Rolle. La chiquita fue detenida por pegar a empleados de la escuela Lucious and Emma Nixon Elementary en medio de una rabieta.

El video comienza en la oficina de un profesor. «Ella tendrá que venir con nosotros ahora», dice el oficial Dennis Turner. «¿Para qué son estas cosas?», pregunta la nena cuando ve los precintos. «Estos son para vos”, contesta Turner.
«No, no quiero esposas», dice la chiquita entre lágrimas. «ayúdame, ayúdame, por favor ayúdame», le ruega a una profesora.
Mientras Turner la acompaña afuera, Kaia grita: «Por favor, déjame ir» y «no quiero subir al patrullero».

En el informe policial del incidente, las autoridades dicen que Turner estaba respondiendo a un llamado de que la niña de 6 años «golpeó a tres miembros del personal y les dio patadas y puñetazos».
Turner luego llevó a Kaia al Centro de Evaluación de Menores en Orlando por agresión. En este lugar le tomaron las huellas dactilares y le hicieron las tradicionales fotografías policiales a la pequeña.

La abuela de Kaia, Meralyn Kirkland, no lo podía creer cuando la llamaron para avisarla que su nieta que había sido detenida. Según explicó, la pequeña sufre de apnea del sueño y no descansa bien, por lo que tiene problemas de humor.
El mismo día, Turner detuvo a otro chico de 8 años, que fue puesto en libertad después de ser procesado en el centro de detención juvenil.
Sin embargo, en ambos casos, los arrestos fueron irregulares ya que para poder detener a un menor de 12 años, un agente debe recibir la autorización de un superior y Turner nunca la solicitó.

El incidente reavivó el debate sobre el papel de los policías en las escuelas públicas, 46% de las cuales tiene un oficial presente al menos un día a la semana. Su presencia resulta controvertida porque pueden arrestar a niños que de otra manera habrían sido disciplinado con procedimientos escolares.
El jefe de la policía de Orlando, Orlando Rolón, pidió disculpas en sus redes sociales y dijo que implementó cambios para que semejante incidente no vuelva a ocurrir.
En tanto, la fiscal Aramis Ayala señaló que no presentará cargos contra los niños y que su oficina trabaja para limpiar sus expedientes.