
El escándalo de tarjetas de corrupción, una mancha de aceite que se expande, pegando a toda la política porteña -inmersa en un silencio casi absoluto-, avanza a un ritmo mucho más agotador en la justicia. Pero este lunes por la noche el expediente recibió una sacudida: la organización civil Poder Ciudadano pidió incorporarse como querellantelo que le daría pleno acceso a los procedimientos y le permitiría llevarlos más allá de la voluntad o capacidad de los fiscales.
Firma (art. 84 -inc. c-) la facultad de las víctimas colectivas o difusas de constituirse en partes en un proceso penal«
«Dentro de esta denominación de víctimas colectivas o difusas, el legislador ha pretendido que asociaciones y organizaciones de la sociedad civil debidamente constituidas que representen determinados intereses de incidencia colectiva puedan tener una participación activa en los procesos penales; como es el caso de Poder Ciudadano», razona Secchi y sus abogados Hugo Wortman Jofré -también presidente de Poder Ciudadano- y Tomás Brady.
La justificación es importante porque de ella depende la posibilidad de que la entidad sea aceptada como querellante, en un caso en el que las víctimas directas -los dueños de las 48 tarjetas de débito que llevaba consigo Rigau y con las que robó un cajero automático del platense- centro No reclamaron nada en su contra.y varios de ellos balbucearon una supuesta relación con el líder peronista.
Si, como todo indica, los titulares de las tarjetas sólo ponen sus nombres para justificar el despilfarro de recursos públicos mediante contratos fantasmas, Ninguno de ellos querrá tampoco que la justicia llegue muy lejos.
Luego están los fiscales. y eventualmente cualquier denunciante externo que sea admitido por el juez. Poder Ciudadano es una fundación apartidista y sin fines de lucro que nace en 1989 como una iniciativa de un grupo de ciudadanos preocupados por la defensa de los derechos cívicos en nuestro país, entre cuyos objetivos fundacionales se encuentra promover la participación ciudadana y sensibilizar a la población. sobre problemas de interés público. Desde 1993 fue elegido como Capítulo Argentino de Transparencia Internacional, organización que lidera la lucha contra la corrupción a nivel global.
Como exige la ley, los presuntos demandantes también exhibieron el estatuto de la organización, que le ordena «trabajar por una mayor eficiencia e independencia de la justicia, apoyando la validez del orden jurídico y de la administración de Justicia y promoviendo un mecanismo de control». cívico para defender estos objetivos y vigencia de las instituciones republicanas; y apoyar la administración de Justicia y la plena vigencia del orden jurídico y el Estado de derecho.
Un precedente candente: el Pacto con Irán
La presentación judicial enumera varios casos en los que Poder ya fue aceptado como querellante, deteniendo los procesados en tribunales federales de La Plata, o en otro que fue investigado en Comodoro Py, pero bajo la dirección del juez. Sergio Torres: hoy es ministro de la Corte bonaerensey deberá revisar las actuaciones en el caso de tarjetas de corrupción.
Un antecedente cercano nos permite evaluar la importancia que tienen los demandantes en el proceso judicial. En el caso de la Pacto con Irán, iniciado en 2015 con la denuncia del fiscal Alberto Nisman, el Tribunal Oral Federal 8 decidió sobreseer a Cristina Kirchner y al resto de los imputados sin realizar juicio oral. El fiscal ante esa instancia, Marcelo Colombo, apeló esa resolución. Pero su colega ante la Cámara Federal de Casación Penal, el integrante del grupo K Justicia Legítima Javier De Luca no hizo lugar a ese recurso ante la Casación.
Si no hubiera habido dos denuncias en el caso -la de la DAIA y dos familiares de víctimas del atentado a la AMIA- lSala I de Casación Federal no habría podido emitir opinión en el caso, que finalmente se ordenó reabrir.