Vea a la NASA y Boeing realizar las pruebas finales de paracaídas de Starliner

Traer una cápsula espacial de regreso a la Tierra es un proceso delicado, con complejos sistemas de paracaídas que juegan un papel clave para garantizar un aterrizaje suave.

La NASA y Boeing anunciaron esta semana que completó con éxito las pruebas de caída finales para los paracaídas de Starliner antes de una segunda prueba de vuelo orbital para el vehículo espacial.

Como recordará, la primera prueba de vuelo orbital del Starliner en diciembre de 2019 no fue tan bien, ya que la nave espacial sin tripulación no logró llegar a la órbita correcta para llevarla a la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, regresó a la Tierra intacto.

La misión fallida se atribuyó a múltiples errores de software que Boeing ha estado trabajando para solucionar. Al mismo tiempo, el gigante aeroespacial ha estado trabajando para garantizar que el sistema de aterrizaje de la cápsula espacial, incluidos los paracaídas, estén en buen estado de funcionamiento.

Starliner es la primera cápsula de tripulación orbital fabricada en EE. UU. Diseñada para aterrizar, en contraste con el Crew Dragon de SpaceX, que aterriza en el agua. La nave espacial utiliza una serie de paracaídas y bolsas de aire que se despliegan en altitudes específicas para asegurar un aterrizaje suave.

En un viaje de regreso típico a la Tierra, Starliner desplegará dos pequeños paracaídas para llevarse el escudo térmico delantero de la nave y exponer el hardware crítico que es necesario para el resto del proceso de aterrizaje. Luego, el vehículo lanzará dos paracaídas de caída para ayudarlo a disminuir la velocidad y estabilizarse, seguido del despliegue de tres pequeños paracaídas piloto que sacan los tres paracaídas principales de la nave espacial. Estos paracaídas principales ralentizan aún más la nave espacial en las etapas finales y, junto con las bolsas de aire de aterrizaje, deberían garantizar un aterrizaje cómodo para la tripulación.

Durante un total de seis pruebas de caída sobre el puerto espacial de White Sands en Nuevo México, Boeing adjuntó un artículo de prueba de Starliner, esencialmente un artilugio con peso y dimensiones similares a la nave espacial construida por Boeing, y usó un globo a gran altitud para liberar la cápsula y paracaídas desde varias alturas.

Para tener la certeza de que el sistema de aterrizaje podrá hacer frente a una variedad de escenarios, algunas de las pruebas se configuraron de tal manera que hicieron fallar diferentes paracaídas en el descenso. Si bien las pruebas de paracaídas fueron aclamadas como un éxito, Boeing dijo que trabajará para mejorar aún más su paracaídas principal mejorando la resistencia de ciertas líneas de suspensión dentro de cada dosel.

La NASA y Boeing están haciendo ahora los preparativos finales para la prueba de vuelo orbital 2 de Starliner, prevista para la primera mitad del próximo año. Si este segundo intento de enviar la cápsula a la estación espacial sale según lo planeado, se espera que el primer vuelo espacial tripulado del Starliner se realice varios meses después.

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