Tres años de negociación y dos de convivencia entre los frentes andaluz y asturiano han acabado de inclinar definitivamente la balanza del poder en el quinto banco de España, Unicaja. El consejo de administración de la entidad ha acordado por unanimidad la destitución del consejero delegado, Manuel Menéndez, y la búsqueda de un sustituto, lo que a efectos prácticos supone una victoria casi decisiva para el bloque malagueño.
Quedan pendientes los nombramientos de cuatro consejeros independientes y la aprobación del BCE, pero se ha despejado el camino para que el banco cuente con un presidente independiente y un consejero delegado alineado con los intereses andaluces.
Cotizada en el Ibex, la entidad es fruto de la fusión en julio de 2021 entre el andaluz Unicaja y el asturiano Liberbank, aglutinadores de ocho antiguas cajas de ahorros repartidas por Andalucía, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Cantabria. . La ecuación de canje otorgaba el 60% del capital a Unicaja y el 40% a Liberbank, y fijaba un plazo de dos años para adaptarse a las exigencias de gobierno del BCE. Cuatro puestos en el consejo son para Fundación Unicaja y tres para Liberbank.
La destitución del consejero delegado restablece el protagonismo andaluz y pone fin a la lucha por el poder
El bloque andaluz partía con ventaja, pero la relación de fuerzas cambió cuando el presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, se inclinó por la facción asturiana y al situar a cuatro concejales similares en Unicaja.
El puesto del influyente banquero andaluz provocó una batalla por el poder que se ha adjudicado el puesto de 11 directivos de Unicaja en apenas año y medio, y que llegó a hacer saltar las alarmas del Banco de España.
Hace un año, la facción andaluza, a través de varios patronos, forzó la salida de Medel de la Fundación Unicaja y de sus cuatro representantes en el consejo de Unicaja. José Manuel Domínguez asumió la presidencia de la fundación y, junto a Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, ha liderado el bloque andaluz.
leer también
El vuelco coincidió con una recomposición en el consejo que provocó la salida de varios independientes. A finales de marzo, la Fundación Unicaja, que tiene el 30% del banco, impidió la renovación de dos consejeros de Unicaja en una junta de accionistas en la que no faltaron las peticiones de dimisión del ex consejero delegado.
El movimiento definitivo ha sido esta semana, con la salida de Menéndez, lo que permitirá a la Fundación Unicaja adaptar a sus intereses el modelo de gobernanza exigido por el BCE, con un presidente independiente. Había dos años para hacerlo y el plazo vence el 30 de julio.
El esquema final rompe el reparto inicial, en el que el puesto de presidente estaba reservado al bloque andaluz y el de jefe del Ejecutivo, al asturiano, ahora relegado.