Luego de dos días de tratamiento en el Centro Médico de Occidente, ubicado en Guadalajara, Jalisco, el comandante Marco Antonio Piñón, adscrito al Cuerpo de Investigación de Homicidios de la Fiscalía de Jalisco, fue declarado con muerte cerebral, por lo que sus familiares decidieron donar sus órganos. .
Piñón resultó herido la tarde del 25 de enero cuando cumplía una orden contra Brian Gerardo A., contra quien está pendiente una acusación judicial. Los hechos ocurrieron en una vivienda ubicada en la colonia Postes Cuates en Guadalajara, Jalisco.
Autoridades de la fiscalía local dijeron que Piñón, junto con un fiscal y otros elementos de la Policía de Investigaciones, acudieron al domicilio, donde fueron recibidos a balazos por individuos apostados en las azoteas y atrincherados en dicho espacio. Uno de los disparos dio en el cráneo del elemento, quien formó parte del cuerpo policial durante 15 años.
Acto seguido, Piñón fue trasladado al hospital pero, a pesar de los esfuerzos de los médicos y de las intervenciones quirúrgicas a las que fue sometido para salvarle la vida, al policía se le diagnosticó muerte cerebral.
Familiares, amigos y demás personas que acudieron al Centro Médico de Occidente formaron un cerco para rendir homenaje al elemento caído, quien también fue homenajeado en la fiscalía local y tuvo un velatorio por el cuerpo presente en el Templo Expiatorio de la capital jalisciense.
Al pedido de investigación que pesaba sobre Brian Gerardo A. se sumará, ahora, una investigación más por su probable participación en el asesinato de Marco Antonio Piñón.
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