La calle más icónica de París, los Campos Elíseos, se transformó el domingo en un maratón masivo de «dictados» al aire libre, que enfrentó a miles de los ratones de biblioteca más inteligentes de Francia entre sí.
La calle más icónica de París, los Campos Elíseos, se transformó el domingo en un maratón masivo de «dictados» al aire libre, que enfrentó a miles de los ratones de biblioteca más inteligentes de Francia entre sí.
Más de 50.000 personas solicitaron participar en el evento, una primicia mundial, en el que los aspirantes intentan transcribir fielmente y sin errores un texto que se les lee.
De las entradas, 5.100 personas, con edades comprendidas entre los 10 y los 90 años, fueron elegidas al azar para participar en uno de los tres dictados principales dirigidos por el novelista Rachid Santaki.
Con 1.779 escritorios colocados en el bulevar más famoso de París en cada sesión, los organizadores buscaban romper el récord mundial para una competencia de dictado de ortografía.
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