El presidente ruso calificó la actitud de Yevgeny Prigozhin como «una puñalada por la espalda». La milicia privada controla la ciudad de Rostov-on-Don. La seguridad se ha reforzado en Moscú.
El presidente de Rusia, Vladimir Putinprometió este sábado castigar la «traición» del jefe del grupo paramilitar Wagnercuya rebelión contra el mando militar ruso significa una «amenaza mortal» y el riesgo de una «guerra civil» para el país en medio de la guerra con Ucrania.
Vestido con traje y corbata negros, rostro serio y tono marcial, el presidente ruso se dirigió, sin nombrarlo explícitamente, al hombre que lo desafía, Yevgeny Prigozhin.
«Es una puñalada por la espalda para nuestro país. y nuestro pueblo», declaró Putin durante un discurso a la nación.
«A lo que nos enfrentamos es exactamente a una traición. Una traición provocada por la ambición desmedida y los intereses personalesde Prigozhin, agregó el jefe del Kremlin, prometiendo «castigo».
Después del discurso de Putin, el jefe de Wagner respondió que el presidente ruso está «muy equivocado» al acusar a los paramilitares de «traición a la patria». «Somos patriotas. Nadie planea rendirse a pedido del presidente, los servicios de seguridad o cualquier otra persona», dijo Prigozhin, criticando al Kremlin por primera vez.
Previamente, el líder paramilitar anunció la captura del cuartel general del ejército ruso en Rostovel centro neurálgico de las operaciones en Ucrania, y aseguró que controla varias instalaciones militares.
“Los sitios militares de Rostov están bajo control, incluido el aeródromo”, dijo Prigozhin en un video publicado en Telegram.
En su discurso, Putin señaló que la situación en Rostov era «difícil».
A medio camino entre Rostov y Moscú, el gobernador de la región rusa de Voronezh indicó que el ejército realizaba acciones de «combate» como parte de una «operación antiterrorista» para controlar el levantamiento. Un depósito de combustible se incendió, agregó.
Extrema seguridad en Moscú
Las autoridades reforzaron las medidas de seguridad en Moscú, donde se estableció un «régimen de operaciones antiterroristas», consecuencia directa de la amenaza de Prigozhin, quien en un mensaje de audio difundido en Telegram advirtió que sus fuerzas irán «hasta el final» y que » destruye todo lo que se interponga en su camino.
Prigozhin, de 62 años, emitió una serie de mensajes el viernes por la noche y la madrugada del sábado en los que afirmaba que él y sus tropas habían entrado en la ciudad rusa de Rostov, una importante ciudad de más de un millón de habitantes en el sur del país. , y que se apoderaron de sus instalaciones militares.
Prigozhin lleva meses enfrascado en una lucha de poder con los mandos militares rusos, a los que acusa de las bajas de sus tropas en el este de Ucrania, y el sábado acusó al mando militar ruso de ordenar bombardeos contra las bases de su grupo. paramilitar y haber matado a muchos de sus combatientes.
El jefe de este ejército paralelo afirmó que había que «detener» a los líderes militares rusos y prometió «llegar hasta el final».
Esta rebelión representa el desafío más serio al que se ha enfrentado Putin durante su largo mandato y la crisis de seguridad más importante para Rusia desde que el exespía llegó al poder a finales de 1999.
El conflicto interno en Rusia podría desviar la atención y los recursos de la ofensiva plena en Ucrania, y además coincide con la contraofensiva anunciada por kiev para recuperar territorios.
El ejército ucraniano ha indicado que está «observando» la lucha interna entre Prigozhin y Putin. Mientras tanto, Moscú advirtió que el ejército ucraniano estaba aprovechando la situación para reunir a sus tropas cerca de Bakhmut para una ofensiva.