Xóchitl; la metamorfosis | El Heraldo de México

Hace mucho tiempo que no la veo. Xóchitl Gálvez Sigue siendo la misma, pero algo ha endurecido un poco sus rasgos. Incluso cuando sonríe y exhibe su típico desparpajo de franqueza y agudeza verbal, porque —quizás como dice—, la cosa está cabrona, muy cabrona.

El presidente de la República Ha sembrado una calumnia: sus contratos ascienden a 1.500 millones de pesos a través de una empresa con un nombre similar al suyo. Un error insalvable y, sin embargo, sin corrección posible.

Firme dice a la pregunta: Si el Presidente me muestra contratos por mil quinientos millones de pesos, renuncio a la candidatura. Si no, que renuncie a la Presidencia. Así le voy a decir.

Es la más explosiva de sus declaraciones durante el desayuno con la redacción de Herald Media Group ayer por la mañana.

-¿Entonces?

-Entonces. Guau.

Gálvez viste uno de sus atuendos típicos de hilado: una blusa lavanda o morada. Cabello peinado con sencillez recta. Cierta alegría de saberse la ganadora de muchas discusiones y alegría cuando alguien le muestra un plato de tamales. Tamales?! No traje mi bote… Y se ríe.

“Estoy disfrutando todo esto. Me lo tomo en serio, pero también me divierto. Me gusta la vida y no tengo nada que perder. Voy a volver a mi vida empresarial, ya he logrado muchas cosas, estoy feliz, pero voy a seguir porque siento una respuesta de la gente, y voy a poblar y acercarme a todos, porque es lo que sé hacer, siempre lo he hecho.

“Hoy”, dice como si hiciera una travesura, “no todas las chapas juntas me llegan al área de las redes sociales. Ya diferencia claudiana, quien sin duda será el candidato, sí tengo una historia que contar; El Metro no me ha caído encima.

“No me enfado cuando los periodistas me preguntan mucho. Soporto y respondo, y siempre responderé con la verdad, sea la que sea. En mi vida la he pasado mal, estoy bronceada…”, afirma.

Pero hoy, la materia prima de los ataques es para su actividad empresarial. Tus contratos. En el gobierno anterior, para no descomponer los anteriores, tenía operaciones por 12 millones de pesos. Con el actual gobierno, por 17 millones.

“…¿Cómo puede ser que el Presidente diga que me dieron contratos —incluso en el AIFA—, ¡porque no sabían que eran para mi empresa!”.

Eso quiere decir que solo contratamos a nuestros conocidos, a nuestros amigos, ¿ustedes que opinan? Él pregunta. No incurro en conflictos de interés, mis operaciones son en un 99 por ciento con el sector privado.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

MAÍZ

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