“El acceso digital debe ser considerado como un derecho humano; Así como el derecho a la salud, la educación y la seguridad personal”, afirma Yossi Abadi, empresario israelí y reconocido líder de la responsabilidad social empresarial en America latina.
La cobertura digital es la piedra angular, agrega, “para cualquier evolución económica y los principales desafíos latinoamericanos”. No podemos hablar de innovación, nos dice, si no le damos a la población las herramientas más básicas para el acceso digital. “Hoy está más claro que nunca que la digitalización es lo que impulsa la inclusión social y financiera”.
los dinámica del intercambio comercial y el desarrollo productivo, claramente transformado por los efectos del confinamiento y la parálisis económica de los últimos tres años, generada por la pandemia del COVID-19, provocó la necesidad de repensar y cambiando los modelos de negociobasada en la comunicación digital y el comercio electrónico.
Para Abadi, el presente se enfrenta al ecosistema empresarial, a una nueva realidad; un entorno globalizado donde la innovación, además de generar conocimiento, se desarrolla exponencialmente.
“Quienes abogan por la revolución de las finanzas descentralizadas, pueden ser, entre otros círculos, quienes levanten esa bandera de la inclusión digital”, destaca el empresario israelí; “Pues no habrá libertad económica si el ciudadano no bancarizado no puede acceder a su billetera virtual”. Y efectivamente, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más de 244 millones de ciudadanos latinoamericanos y caribeños no tienen acceso a Internet.
Hoy, el 50% de la población de América Latina y el Caribe no cuenta con conectividad de banda ancha fija. Según datos del Banco Mundial, solo un poco más del 10% tiene fibra de alta calidad en casa.
“Solo el 40% de los latinoamericanos en áreas rurales tienen opciones de conectividad en comparación con más del 70% de la población en áreas urbanas”. Ciertamente, el 87 % de la población vive dentro del rango de la señal 4G, pero el uso y la penetración reales siguen siendo muy bajos, menos del 40 %, dice Abadi.
Según el empresario, catalogado como el israelí más reconocido de Centroamérica, “los gobiernos no tienen la solución exclusiva. Es el sector privado el que puede y debe asumir la responsabilidad, en su propio interés económico, de las áreas urbanas, mientras que los gobiernos deben asumir la responsabilidad de las áreas rurales que carecen de una buena infraestructura. «Sin eso, no habrá cambios sustanciales en las economías regionales».
Hacia un mercado basado en la inteligencia de datos
La tendencia muestra pasos decisivos en el mercado hacia una dinámica de intercambio basada en inteligencia de datos, segmentación de audiencias y potenciación de la creatividad.
En este contexto, constantemente nacen modelos de negocio con el objetivo de satisfacer las necesidades y deseos de una sociedad cada vez más exigente.
“Hoy existen fuertes corrientes económicas y políticas que impulsan modelos de negocio cuyos ejes son: la innovación y la inversión tecnológica, la reducción de costos, así como la apropiación de las demandas de los consumidores y los cambios del entorno”, explica Abadi; “Pero no habrá innovación sin dar las herramientas más básicas a la población que las requiere. Antes de hablar de la importante inversión en educación, la inversión estatal que se requiere en Investigación y Desarrollo, el emprendimiento y la regulación hacia un mercado libre y competitivo, necesitamos dar lo más básico: acceso y cobertura digital a toda la población, en especial a esa población marginada. ” .
Además, desde el conglomerado empresarial, esta visión de cambio debe prosperar en los gobiernos y organizaciones locales, es fundamental ejercer presión para invertir en conectividad, telecomunicaciones y minería de datos para impulsar un crecimiento ordenado y próspero para la región.
Es considerable hacer de estas palabras un llamado masivo a raíz de la parálisis económica vivida recientemente, cuando los motores de la reactivación económica deben estar a todo vapor.
Para lograr estos objetivos, es más que necesario crear un gran movimiento en los sectores productivos, donde las ideas se transformen en acción. “Tenemos que adaptar nuestros países a una nueva forma de pensar: la innovación y la tecnología, bases para un desarrollo equitativo y duradero”, resume Abadi, “sin olvidar que lo público y lo privado deben tener una sinergia duradera”.
SIGUE LEYENDO:
Turismo y clima, en definiciones para Mesoamérica
Interoceánica, un sueño lejos de la realidad en la 4T
Justicia, libertad y democracia en tierra yaqui
dhfm