Lo de “bueno, bonito y barato” se aplicaba al revés. André Cury, en sus distintas facetas, mantiene una relación de resultados cuestionables con el FC Barcelona desde hace poco más de 15 años. No hay trinchera barcelonesa que no haya podido cruzar este hábil representante, capaz de hacer negocios con tres presidentes tan supuestamente diferentes como Joan Laporta, en su primera legislatura y en la actual, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Su última operación como agente fue la venta de Vítor Roque por 30 millones de euros, además de 31 en variables. El brasileño de 19 años apenas ha contado para Xavi Hernández y Cury ya amenaza con venderle a otro club. No se contempla una cesión. Suele ser más rentable para los representantes.
Cury empieza a asomar en la órbita azulgrana con la llegada de Ronaldinho. Se le atribuye haber hecho clic en la fotografía de Sandro Rosell con la estrella sonriente en 2003 durante el proceso electoral que llevó a Laporta a la presidencia. Rosell había conocido a Cury anteriormente, cuando el barcelonés era ejecutivo en Nike.
Los caminos se cruzaron definitivamente en 2008 con dos operaciones que todavía hoy se recuerdan como ejemplos de fracaso absoluto. Cury, entonces un peso pesado en la agencia de representación Traffic, vendió al central Henrique y al delantero Keirrison al Barça en dos veranos consecutivos. El total de la operación ascendió a 24 millones de euros con la consiguiente comisión. Keirrison nunca fue presentado como jugador del Barça y Henrique le duró a Pep Guardiola una pretemporada. Después de aquel atropello cuesta creer por qué Cury fue ingresado de nuevo en las oficinas del Barça.
El comienzo
Entre 2008 y 2009 aterrizaron Keirrison, que ni siquiera se presentó, y Henrique, que no jugó. Cuestan 24 millones de euros
Neymar tuvo parte de culpa. La extraordinaria calidad del brasileño era objeto de deseo de Real Madrid y Barcelona y Cury, intermediario ineludible para cerrar la adquisición, remaba a favor (como estaba justificado) de las aguas azulgranas. El importe final de la operación ha dado lugar a cientos de teorías pero en ninguna de ellas nuestro protagonista salió victorioso. Su colaboración con Neymar fue valorada tan positivamente que en 2012, ya con Rosell como presidente, pasó a formar parte del club como jefe de scouting en Brasil. Según informó en su momento Catalunya Ràdio, el salario a percibir ascendía hasta los 685.000 euros anuales, primas e indemnizaciones aparte.
El siguiente fichaje del club con el sello Cury fue un terrible homenaje a sus orígenes. En el Camp Nou aterrizó Douglas Pereira, un lateral de mal rendimiento que abandonó el club tras ser cedido por una temporada al Sporting de Gijón. Su precio, 4 millones de euros
A partir de ahí los nombres vinculados a Cury combinan precios desorbitados por grandes estrellas como Coutinho con jugadores que ni siquiera triunfaron en el filial, e incluso operaciones francamente grotescas. Hay elección, pero uno de los honores es para Matheus Fernandes, de quien Cury aseguró sin dudarlo que “tenía condiciones para ser el nuevo Busquets”. Centrocampista brasileño, con Koeman jugó unos minutos y en Valladolid, donde estuvo cedido, tres minutos. Costó 7 millones de euros y acabó denunciando al Barça por despido improcedente. Un éxito mundial.
En 2018, Cadena Ser (programa ¿A qué juega? ) desveló que el Barça pagó 6,6 millones de euros a Cury, que todavía estaba en nómina, por la marcha de Neymar al PSG en virtud de una cláusula en su contrato por la que debía recibir el 3 por ciento de un eventual traspaso. El club desmintió la información alegando que el fichaje no se cerró mediante un traspaso sino mediante el pago de la cláusula, pero no pudo negar la existencia del tres por ciento pactado.
En 2020, tras seis años de mandato de Bartomeu en los que Cury siguió ganando habitualmente como empleado mientras representaba a jugadores, fue invitado a abandonar la entidad con la excusa de una reestructuración en el departamento de scouting.
Preguntado por su estrecha relación con el Barça, Cury se proclama culé y suele decir que gracias a él el club ha ganado decenas de millones de euros a base de la venta al alza de jugadores que costaban más cuando se marchaban que cuando llegaban, en el caso de Neymar. (222 millones), Yerry Mina (35) o Paulinho (52), pero hay otro cálculo de otra índole fácil de hacer que les juega en contra. Consiste en repasar la lista de 17 jugadores que pasaron por sus manos antes de aterrizar en Barcelona. ¿Cuántos de ellos tuvieron éxito? ¿Cuántos encubrieron la posible aparición de futbolistas de La Masia? ¿Cómo mejoraron la reputación del club?
Su última aportación, Vitor Roque.
Jugadores y precios
- Enrique 10 millones
- Keirrison 14 millones
- Neymar 86,2 millones
- douglas 4 millones
- Transferencia de Robert Gonçalves (filial)
- marlon 5 millones
- Paulinho 40 millones
- Coutinho 120+40 millones
- Yerry Mina 11,8 millones
- Transferencia Vitinho (filial)
- Arturo Melo 31 millones
- Emerson Royal 12 millones
- Transferencia Gabriel Novaes (filial)
- Matheus Pereira 8 millones (subsidiaria)
- Matheus Fernández 7 millones
- Igor Gomes 350.000 euros (filial)
- Vítor Roque 30+31 millones