El 2026 trae consigo un desafío crucial para los más de 4,5 millones de monotributistas argentinos. El calendario fiscal marca fechas claves que no pueden pasarse por alto, ya que la recategorización volverá a ser obligatoria dos veces durante el año. ¿Qué significa esto? Pues que hacerlo en tiempo y forma puede ser la diferencia entre permanecer dentro del régimen o ser excluido.
La recategorización no es un simple trámite burocrático, como muchos podrían creer. Es un proceso vital mediante el cual los monotributistas deben revisar y actualizar su categoría en función de diversos parámetros como los ingresos brutos acumulados, la superficie afectada por la actividad, el importe del alquiler devengado y el consumo eléctrico de los últimos 12 meses.
Según explican desde la AFIP, este mecanismo garantiza que cada contribuyente pague impuestos de acuerdo a su capacidad económica real y se mantenga dentro de los límites establecidos por el régimen. Es importante recordar que el monotributo fue creado como un régimen simplificado para los pequeños contribuyentes, pero tiene sus límites máximos. Cuando los ingresos o parámetros superan estos límites, es necesario recategorizarse a una categoría superior o, en caso de encontrarse en el máximo, considerar pasar al régimen general.
Las fechas de recategorización en 2026 son dos y son establecidas anualmente por la AFIP. La primera recategorización debe realizarse en enero, tomando en cuenta los ingresos y parámetros de enero a diciembre del año anterior. La fecha límite es el 20 de enero y la nueva categoría se aplica a partir de febrero. Por otro lado, la segunda recategorización debe hacerse en julio, considerando los ingresos y parámetros de julio del año anterior a junio del presente año. La fecha límite es el 20 de julio y la nueva categoría se aplica a partir de agosto.
¿Cómo saber si es necesario recategorizarse? Es fundamental revisar los números y considerar los ingresos brutos anuales, la superficie afectada, el consumo de energía eléctrica y las rentas devengadas. Cada categoría tiene un límite de facturación anual, una tarifa mensual fija, un aporte a la jubilación y un aporte al trabajo social.
El procedimiento de recategorización se realiza 100% en línea a través del sitio web de la AFIP. Basta con ingresar con el CUIT y Clave Tributaria, acceder al servicio «Monotributo», seleccionar la opción «Recategorización» en el menú, completar la información solicitada y confirmar los datos sugeridos por el sistema. Todo el proceso toma menos de 10 minutos si se cuenta con la información necesaria en regla.
¿Qué sucede si no se recategoriza en fecha? Las consecuencias pueden ser sanciones económicas, recategorizaciones automáticas por parte de la AFIP, exclusión del monotributo y deudas acumuladas por diferencias retroactivas. Es importante cumplir con este trámite de forma puntual para evitar complicaciones futuras.
En casos especiales, si los ingresos disminuyen, también es posible bajar de categoría. Sin embargo, solo se puede hacer una vez al año, específicamente en la recategorización de enero. En julio, solo se puede mantener la categoría actual o subir, no bajar. Es fundamental estar al tanto de estas reglas para optimizar el pago de impuestos mes a mes.
En conclusión, la recategorización no es un tema menor para los monotributistas argentinos en 2026. Cumplir con este trámite de forma correcta y en tiempo y forma es fundamental para mantenerse dentro del régimen y evitar complicaciones futuras con la AFIP. ¡No dejes pasar estas fechas clave y revisa tus números para asegurarte de estar en la categoría correcta!








