El robo de cobre está empezando a convertirse en un gran problema económico en Cataluña. Su impacto va más allá de los miles de ciudadanos afectados por los recurrentes episodios de caos en Rodalies, el último de ellos, que aún continúa, el día de las elecciones del 12 de mayo. Las empresas industriales también se están viendo perjudicadas por esta ola de criminalidad, con un alto coste para su actividad.
La primera voz de alarma pública la ha lanzado la Agrupació de Polígons de Terrassa, entidad que representa a más de 1.800 empresas ubicadas en la cocapital del Vallès. El tejido industrial de la ciudad ya había sufrido robos periódicos en el pasado, pero el problema ha ido aumentando hasta el punto de que el pasado fin de semana se produjeron cuatro robos del codiciado material en cuatro empresas diferentes de la misma zona. Los ladrones extrajeron el cobre a través del transformador de la red eléctrica de las empresas.
Cuatro empresas de Terrassa han sufrido robos de material este fin de semana, alerta la Agrupació de Polígons
«Estamos preocupados; esta situación está generando graves consecuencias para las empresas, obligándolas a interrumpir la prestación de sus servicios, paralizar procesos productivos o retrasar las entregas, además del coste directo de reposición y reparación del material», lamenta Jordi Vilar. presidente de la Agrupació de Polígonos de Terrassa.
El problema es aún más grave dado el tejido empresarial que abunda en el sector. La mayoría de las empresas industriales son pymes y tienen recursos limitados para afrontar estos deterioros o contratar seguridad privada. La entidad egarense, integrada en Cecot, está coordinando con los Mossos d’Esquadra y ampliando la instalación de cámaras de seguridad con IA en los polígonos industriales para intentar evitar estas repetidas incidencias.
Los empresarios exigen más seguridad
Pero no es sólo un problema local. Los robos de cobre en empresas se están produciendo en toda Cataluña, según confirman tanto la patronal Cecot como el Consell Territorial de la Pime, que forma parte de Foment del Treball.
“Las empresas afectadas no podrán seguir apoyando sine die Estas pérdidas ponen en riesgo su viabilidad, el empleo de su personal y, en definitiva, el de toda la economía local”, subraya Xavier Panés, presidente de Cecot.
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Por ello, los empresarios y las asociaciones empresariales exigen una mayor seguridad en las zonas industriales. Rodalies es la parte más llamativa del problema, pero el robo de cobre está poniendo en jaque a un número creciente de empresas.
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