Barcelona lo tiene todo para ser un referente europeo en la industria musical y tecnológica. Festivales de música, artistas, empresas digitales y centros de investigación. Y, sin embargo, tenemos la sensación de que la ciudad está perdiendo oportunidades de ganar peso en el sector”, afirma Miquel Curanta, director general de Barcelona Music Lab.
El diagnóstico fue realizado por cuatro directivos de reconocida trayectoria en la ciudad: Genís Roca, consultor especializado en industrias digitales; Enric Jové, director general de la agencia de publicidad McCann en Barcelona; Josep Maria Martorell, subdirector del Centro de Supercomputación de Barcelona, y Jordi Herreruela, director del festival Cruïlla.
La iniciativa ha sido impulsada por Genís Roca, Enric Jové, Josep Maria Martorell y Jordi Herreruela
A pesar de pertenecer a sectores muy diferentes, los cuatro directores decidieron unir fuerzas y crear Barcelona Music Lab para ayudar a la industria musical de la ciudad a ganar terreno en el sector digital. Tras dos años en el sector, la fundación ha ayudado a acelerar el crecimiento de las startups, ha agrupado a los diferentes agentes del ecosistema y ha impulsado la creación de empresas y empleo.
Además, la entidad también actúa como intermediario a través del cual las empresas pueden canalizar la obtención de ayudas. “Ahora hay 160 millones de euros de fondos europeos que se pueden destinar a empresas de nuestro sector, y estamos colaborando con las administraciones para canalizarlos”, afirma Curanta. En el ámbito jurídico, Barcelona Music Lab también quiere trabajar para que las empresas obtengan desgravaciones fiscales. “Podemos ser de gran ayuda en muchas áreas y es por eso que ahora estamos redefiniendo nuestra gobernanza interna. Nos gustaría forjar más alianzas con otras empresas e instituciones”, afirma Curanta.
Aportaciones privadas de grandes empresas
De momento, la fundación se ha financiado con aportaciones privadas de grandes empresas, como Damm o Grup Ametller, que el año pasado aportaron alrededor de un millón de euros al presupuesto. Con estos recursos, la fundación ha impulsado un programa de incubación de empresas emergentes y también ha colaborado con Acció, la agencia de competitividad empresarial de la Generalitat, para elaborar un estudio que ponga cifras sobre el potencial del sector.
Este año, el proyecto más destacable es un programa de aceleración de startups que se ha diseñado con la colaboración del grupo americano Plug and Play, la asociación Tech Barcelona y el festival Sónar. 43 empresas, tanto locales como internacionales, presentaron la candidatura, y en abril fueron seleccionadas siete empresas que se dedican a negocios tan diversos como la realidad virtual, la cartelería o la venta de entradas.
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