Desde el presidente Joe Biden Llegados a la Casa Blanca, aproximadamente 10 millones de inmigrantes indocumentados han sido detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), unas cifras sin precedentes debido a la política flexible del demócrata en la frontera, situación que está generando crisis en las ciudades y en los presupuestos, lo que reduce beneficios para los ciudadanos americanos.
Cientos de estadounidenses asistieron a una manifestación en Boston, Massachusetts, celebrada durante el fin de semana para exigir a la administración Biden que “cierre la frontera”. Los manifestantes pedían el fin de los cruces fronterizos, las ciudades santuario, las viviendas para inmigrantes indocumentados y un cambio en las políticas fronterizas implementadas por Biden. La manifestación también pidió ayudar a los veteranos antes que a los inmigrantes.
El propósito del encuentro es coordinar «estrategias para poder abordar este fenómeno migratorio de manera integrada y colaborativa», dijo su anfitrión, el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo.
Blinken «destacará nuestro progreso en los últimos dos años y describirá los próximos pasos conjuntos para fortalecer la gestión humana de la migración», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El Secretario de Estado también se reunirá con Arévalo y otros funcionarios latinoamericanos, añadió.
En el año fiscal 2023, más de 3,2 millones de migrantes ingresan cada año de manera irregular a Estados Unidos, lo que genera una gran presión sobre el presidente demócrata Joe Biden, candidato a la reelección en las elecciones de noviembre, como lo acusan republicanos y miembros de su partido. , no hacer nada para acabar con el problema.
La reelección en juego
«El presidente Biden sabe que aquí tiene que reforzar las cerraduras y poner siete llaves en la puerta porque de ello depende su reelección», afirmó el analista y académico guatemalteco Renzo Rosal.
Centroamérica también enfrenta la carga de cientos de miles de migrantes, en su mayoría venezolanos, que cruzan el istmo hacia Estados Unidos después de cruzar a pie la inhóspita selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.
La avalancha de migrantes genera problemas de seguridad en Centroamérica y obliga a los gobiernos a destinar recursos para atenderlos, aunque en América del Sur también hay países, como Colombia, Perú y Chile, donde el éxodo de venezolanos provoca desafíos a sus autoridades.
Al encuentro asistirán los cancilleres u otros altos funcionarios de los países firmantes de la Declaración sobre Migración y Protección suscrita en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, en el marco de la Cumbre de las Américas 2022. Sin embargo, a pesar de los acuerdos, el número de cruces ilegales a Estados Unidos va en aumento.
En las últimas semanas, Blinken ha conversado con los cancilleres de México, Alicia Bárcena, y de Guatemala, Carlos Ramiro Martínez, en busca de una propuesta conjunta para esta conferencia, dijo Arévalo, sin dar detalles.
«Medidas concretas»
Más de medio millón de personas, en su mayoría venezolanos, cruzaron en 2023 la selva del Darién, donde operan bandas criminales que asaltan, violan y matan a migrantes.
Entre los migrantes que llegan a Estados Unidos también hay miles de centroamericanos, que abandonan sus países para escapar de la pobreza, la falta de empleo, los bajos salarios y la violencia criminal.
«Ningún país por sí solo puede resolver esto», dijo a la AFP Marcela Ríos, directora para América Latina de IDEA Internacional, una organización intergubernamental formada por 35 estados que promueve la democracia.
Sin embargo, «de la conferencia deben surgir medidas, compromisos y presupuestos concretos» y no meras declaraciones de buenas intenciones, afirmó Ríos, exministro de Justicia y Derechos Humanos de Chile.
Ni muros ni zanjas
Los expertos coinciden en que el endurecimiento de las normas no detendrá la migración.
«Las medidas punitivas no detendrán el flujo migratorio», indicó el analista independiente guatemalteco Luis Linares, y hasta el momento los hechos le dan la razón.
«Quienes piensan que poniendo muros o zanjas o rejas se solucionará el problema no entienden que es un problema mucho más complejo que necesita ser abordado de manera integral por todos los países, pero también con los organismos internacionales», dijo Ríos.
¿Qué pasa si Trump gana?
Linares ve con cierto escepticismo la conferencia hemisférica, que se celebrará en el Palacio Nacional de la Cultura de la capital guatemalteca, pues cree que los avances quedarán en el vacío si Trump regresa a la Casa Blanca.
«Cualquier acuerdo al que se llegue será modificado o desplazado [por Trump] y habrá una política de contención-represión más dura por parte de Estados Unidos», afirmó el analista.
“Mientras no generen más oportunidades laborales, los jóvenes, al no encontrar empleo, tienen como única meta y posibilidad la migración”, agregó Linares.
En la misma línea, Ríos dijo que «los países del norte deben contribuir al financiamiento [programas] para superar las crisis sociales y económicas [en naciones de América Latina]que son, en última instancia, los que desencadenan estos movimientos de población», según su opinión. Una carga que también recaería sobre los contribuyentes estadounidenses.
FUENTE: Con información de AFP y EDITORIAL