Sin embargo, reconoció que «a pesar de estos déficits democráticos», las negociaciones entre la oposición y el régimen de Nicolás Maduro han dado lugar a tres cambios «importantes»: la recomposición del Consejo Nacional Electoral (CNE) de manera concertada por la Asamblea Nacional (AN); la presencia de la observación internacional y el ciclo de diálogo entre el régimen y la oposición que se inició en México en agosto.
En cuanto a la reforma del CNE, «la inclusión de personas vinculadas a la oposición como rectores abrió la puerta a una mayor confianza en la posible independencia y credibilidad del organismo» y «demuestra más independencia».
Sin embargo, en general, la misión del Centro concluyó que, «a pesar de estos pasos positivos, la injerencia política y gubernamental minó al CNE» y denunció «el contexto general de represión política, con más de 250 presos políticos».
Además, el Centro Carter se refiere a restricciones a los medios de comunicación y libertad de expresión en general, la inhabilitación «arbitraria» de candidatos o la suspensión de derechos políticos.
Mencionó en particular el caso de la gobernación de Barinas, donde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) suspendió el recuento y convocó a nuevas elecciones para enero de 2022 por la inhabilitación del candidato opositor Freddy Superlano por antecedentes penales. Sin embargo, un decreto presidencial del 31 de agosto de 2020 mencionó expresamente a Superlano como indultado.
Finalmente, el Centro Carter elogió a los votantes, la sociedad civil y las organizaciones de observación nacional por su «compromiso con la democracia el día de las elecciones y en el período postelectoral».