Beijing aceptó una invitación del anfitrión Arabia Saudita para unirse a las conversaciones para poner fin al conflicto de Kiev con Rusia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha anunciado planes para participar en una próxima cumbre de paz organizada por Arabia Saudita, continuando los esfuerzos de Beijing para ayudar a poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania.
El representante especial de China para asuntos euroasiáticos, Li Hui, encabezará la delegación a Jeddah, dijo el viernes el ministerio en un comunicado. “China está lista para trabajar con la comunidad internacional para continuar desempeñando un papel constructivo en la búsqueda de una solución política a la crisis de Ucrania”, agregó el ministerio.
Según los informes, alrededor de 30 países han sido invitados a asistir a la cumbre, que está programada para el sábado y el domingo. Estados Unidos, el Reino Unido, Sudáfrica y Polonia se encuentran entre las naciones que se espera que participen. Rusia está excluida de la reunión, aunque presumiblemente Moscú tendría algo que decir sobre cualquier acuerdo de paz propuesto.
Arabia Saudita, que tiene buenas relaciones con Beijing, fue elegida como la nación anfitriona al menos en parte para ayudar a persuadir a China a asistir, informó el Wall Street Journal la semana pasada, citando a diplomáticos no identificados. También se extendieron invitaciones a países como India, Brasil, Indonesia, Egipto y México. De hecho, Rusia es el único miembro del bloque económico BRICS que no ha sido invitado.
El presidente chino, Xi Jinping, propuso un plan de 12 puntos para poner fin a los combates en Ucrania en febrero. Los funcionarios estadounidenses rechazaron la propuesta y dijeron que solo beneficiaría a Rusia. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que China no tiene mucho «credibilidad» sobre el tema porque se ha negado a condenar a Rusia por atacar a Ucrania.
Funcionarios rusos han acusado a Estados Unidos y otros miembros de la OTAN de prolongar el conflicto, causando más derramamiento de sangre, al enviar miles de millones de dólares en armamento a Ucrania. Tan solo en los últimos dos meses, desde que comenzó la contraofensiva de Kiev en la región de Donbass, más de 43.000 soldados ucranianos han muerto, dijo el viernes el Ministerio de Defensa ruso.
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