La estatal Codelco de Chile, la mayor productora de cobre del mundo, cerró este miércoles (31.05.2023) su fundición Ventanas, luego de seis décadas de actividad altamente contaminante que transformó la zona donde operaba junto a otras industrias en el «Chernóbil chileno». «.
Durante un acto, el gerente de operaciones de Codelco Ventanas, Pablo Bohler, dio la orden de «parar definitivamente el horno convertidor ‘Teniente'».
Segundos después, el fuego se extinguió ante las cámaras, con lo que el gobierno del izquierdista Gabriel Boric cumplió su promesa de cancelar parte de la operación de Codelco en Quintero y Puchuncaví, una bahía industrial de 50.000 habitantes, 140 km al oeste de Santiago.
Durante décadas, la planta expulsó toneladas de partículas nocivas a través de su chimenea.
Incluso, en vísperas de su cierre, un centenar de estudiantes se intoxicaron por la mala calidad del aire en esta zona donde operan unas 15 empresas, entre ellas termoeléctricas a carbón, terminales de gas y refinerías de crudo y cobre.
“Por esto hemos luchado durante años, estamos aquí y seguiremos luchando, porque esto no termina aquí”, dijo Sabina Vergara, maestra de preescolar, en el contexto de una protesta que congregó a un centenar de manifestantes frente a la planta.
“Tenemos muchos niños enfermos, los ancianos no salen de casa. Es muy complejo”, agregó la mujer evocando el pedido de los vecinos por el cierre definitivo de las empresas contaminantes.
Ventanas operó desde 1964 como centro de fundición estatal. Tras su cierre, Codelco, que tomó el control de la planta en 2005, seguirá refinando cobre, una actividad mucho menos contaminante.
Los trabajadores de la fundición serán reubicados
“Hoy se apagan los hornos de fundición, pero no se extingue la convicción de construir un Chile más justo donde todos los habitantes tengan derecho a poder desarrollar su vida en las condiciones que crean conveniente”, dijo el presidente Boric en un mensaje. pregrabado.
Parte de los 766 trabajadores serán reubicados y otros dejarán sus puestos previo acuerdo con la empresa estatal.
Quintero y Puchuncaví han sido considerados «zonas de sacrificio ambiental» desde que, en 1958, Chile decidió relegar la pesca artesanal y la agricultura para convertir estos pueblos en un centro industrial.
“Codelco está liderando las transformaciones que debe asegurar este polo industrial para lograr una convivencia amigable entre la actividad industrial y los habitantes”, dijo en el acto el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco.
Además de problemas respiratorios, los habitantes de Quintero y Puchuncaví presentan «enfermedades cardiovasculares, altos niveles de mortalidad infantil, niveles inaceptables de riesgo de padecer cáncer en los niños y una menor esperanza de vida», según la relatora especial de derechos humanos de la ONU. . y el medio ambiente, David Boyd, quien visitó Chile a principios de mayo.
mg (affp, efe)