Colvin está pasando por un año de abstinencia. Al igual que otras empresas del sector tecnológico, la plataforma de envío de flores se ha visto obligada a recortar estructura ante la imposibilidad de levantar capital riesgo en un contexto macroeconómico desfavorable.
Los fundadores de la empresa, Andrés Cester y Sergi Bastardas, se harán a un lado y la compañía nombrará próximamente un consejero delegado. El cambio se producirá tras varias modificaciones en el funcionamiento. Este año, Colvin ha solicitado un ERE para despedir al 40% de su plantilla en España, concentrada en la sede de Barcelona. En total, la firma ha despedido a 75 personas por lo que ahora la plantilla está formada por 120 trabajadores.
Los fundadores se harán a un lado y la firma nombrará un CEO
Los despidos están vinculados al cierre de la división comercial, que puso en contacto a mayoristas con floristas. Además, la empresa ha cerrado el mercado alemán. “Hemos tomado la decisión porque eran las dos actividades menos rentables. De esta forma, ahora estamos enfocados al mercado español, portugués, italiano y francés y nos dedicamos únicamente a la entrega de flores a domicilio”, comentan los fundadores.
Con esta retirada, la compañía prevé reducir pérdidas y conseguir un beneficio neto en 2025. Para conseguirlo, ha obtenido un préstamo de 6 millones de euros convertibles en acciones. El dinero ha sido aportado por los actuales accionistas, fondos de inversión como Eurazeo, Samaipata, P101 y Milano Investments.
Este año, la compañía prevé 15 millones de euros de ingresos. Cester y Bastardas prefieren no compartir la evolución de la facturación de años anteriores. Según los últimos datos disponibles en el Registro Mercantil, la empresa facturó 10,4 millones de euros y perdió 14,5 millones de euros en el ejercicio 2021.
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