Con juramento de los integrantes del Senado bonaerense, el la nueva Legislatura, bajo cierta condicionalidad en el tratamiento de las leyes debido a la fragmentación en las bancadas de oposición. El reemplazo se da cuando sigue los ecos del escándalo del chocolate y con promesas de ajustes de los propios legisladores, que aún no se han cumplido.
Lejos del brillo popular de otras épocas, cuando la democracia irradiaba algo de futuro esperanzador, el peronismo se instala como bloque mayoritario y la diversidad opositora se reparte en cinco bloques entre libertarios, radicales, monzonistas y el PRO más concentrado.
La sesión estuvo encabezada por la vicegobernadora, Verónica Magario, quien repite fórmula con Axel Kicillof. El déficit del debate sigue siendo el nombramiento de las seis vicepresidencias del cuerpo legislativo. El único confirmado es Luis Vivona (vicepresidente 1°) de Unión por la Patria. El resto será nombrado en febrero de 2024.
Del jeroglífico opositor se desprende que el bloque del PRO estará presidido por Alejandro Rabinovich y tendrá once senadores. Habrá una filial bajo el liderazgo de Agustín Máspoli (UCR), integrada por ocho legisladores entre radicales, el GEN, y alineado con Emilio Monzó, diputado nacional recién egresado. Funcionarán como un “interbloque”, aunque esta figura no existe en la normativa.
En el caso del oficialismo, la presidencia del bloque marca la continuidad de Teresa García, líder de San Isidro, con un marcado tono kirchnerista. Tiene un mandato hasta 2025 y cuenta con veintiún escaños. Entre ellos, el lugar donde se sentará Sergio Berni, el ministro de Seguridad que gambetea la posibilidad de permanecer en la cartera más sensible del gabinete provincial.
También la campista Florencia Saintout, quien pediría licencia para continuar como presidenta del Instituto de Cultura porteño.
Eduardo Bucca también debía asumir el cargo pero no estuvo presente. “Bali” fue elegido concejal en Bolívar, por lo que -hasta que se resuelva el trámite para un cargo u otro- la bancada permanece en stand by.
Aunque no sorprendió, algún remanente de racionalidad parlamentaria aconsejó a La Libertad Avanza, que inicia su primavera política en el gobierno nacional el 10 de diciembre, estandarizar su representación en el Senado. No sucedió. Estaba dividido en tres bloques.
Habrá un unibloque llamado “Buenos Aires Libre” con Betina Riva, quien responde a Carolina Píparo. Otro, muy personal de Sebastián Pareja, encargado de la campaña electoral en la Provincia, y del bloque de tres legisladores que comandará el dirigente Sergio Vargas y que incluye también a Carlos Kikuchi y Paola Ventura.
Mientras se realizaban los trámites, los pocos manifestantes libertarios que se acercaron a la Legislatura apenas pudieron hacer gala de bullicio y presencia con la imagen de un León, que imita el pelaje característico del inminente habitante de Olivos.
Queda la incógnita sobre la decisión de Joaquín de la Torre, actual senador con mandato hasta 2025. No estuvo presente en la juramentación y sus allegados anticipan que se instalará en la comodidad del unibloque.
La división del sector opositor también es una característica en Diputados. Resalta la dificultad de articular estrategias comunes ante la perspectiva homogeneizada de Unión por la Patria para llevar a cabo sus políticas, sin aparentes conflictos internos.
La primera prueba será la discusión del Presupuesto 2024, la exigencia de Endeudamiento de Kicillof y el ajuste fiscal necesario para equilibrar las cuentas públicas.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi