KABUL — Algunos ex miembros del servicio de inteligencia de Afganistán entrenado en Estados Unidos y unidades militares de élite —ahora abandonados por sus patrocinadores estadounidenses y perseguidos por los talibanes— se han alistado en la única fuerza que actualmente desafía a los nuevos gobernantes del país: el Estado Islámico.
El número de desertores que se unen al grupo terrorista es relativamente pequeño, pero está creciendo, según los líderes talibanes, ex funcionarios de seguridad de la república afgana y personas que conocen a los desertores. Es importante destacar que estos nuevos reclutas aportan al Estado Islámico experiencia crítica en la recopilación de inteligencia y técnicas de guerra, lo que podría fortalecer la capacidad de la organización extremista para impugnar la supremacía de los talibanes.
Fuente: WSJ