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Doce personas resultaron heridas como resultado de las turbulencias durante un vuelo de Qatar Airways de Doha a Irlanda, informó el domingo el aeropuerto de Dublín.
Los servicios de emergencia atendieron a seis pasajeros y seis miembros de la tripulación «que informaron haber resultado heridos después de que el avión experimentara turbulencias mientras volaba sobre Turquía», dijo el aeropuerto en un comunicado.
A pesar del incidente, el Boeing 787 Dreamliner, vuelo QR017, aterrizó de manera segura y según lo previsto justo antes de la 1:00 p.m. hora local, dijo el aeropuerto.
Las duras condiciones del aire se produjeron durante el servicio de comidas y duraron menos de 20 segundos, según los pasajeros entrevistados por la emisora irlandesa RTE.
Esto se produce cinco días después de que un episodio de turbulencia extrema en un vuelo de Singapore Airlines de Londres a Singapur provocara una muerte y más de 100 heridos.
La turbulencia sigue siendo una causa constante, aunque rara, de lesiones no mortales en la aviación, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, con una media de unas 12 lesiones reportadas al año. El problema se ve exacerbado por las condiciones climáticas cambiantes que hacen que estos fenómenos sean más frecuentes y graves.
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Las turbulencias en cielo despejado, que son invisibles e impredecibles, siguen siendo un desafío particularmente importante para la industria.
Un británico de 73 años murió el martes después de que el vuelo SQ321 sufriera turbulencias a 37.000 pies sobre la frontera entre Myanmar y Tailandia, 10 horas después de su vuelo entre el aeropuerto Heathrow de Londres y Singapur.
Ese vuelo realizó un aterrizaje de emergencia en Bangkok, Tailandia.
El primer ministro de Singapur prometió una «investigación exhaustiva» sobre el incidente el miércoles, mientras que Singapore Airlines dijo a los medios de comunicación que había introducido un «enfoque más cauteloso» ante las turbulencias, incluido el endurecimiento de las normas sobre el uso del cinturón de seguridad en sus vuelos.
Los aviones modernos están diseñados para soportar turbulencias severas, pero la imprevisibilidad y lo repentino de estos eventos continúan planteando preocupaciones de seguridad, particularmente para los asistentes de vuelo y los pasajeros que no usan cinturones de seguridad durante perturbaciones imprevistas.
Los esfuerzos para mitigar los riesgos de turbulencia incluyen mejorar la recopilación de datos y los sistemas de informes en tiempo real para predecir y evitar mejor tales condiciones.
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