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El impactante caso de Dorismar y su pesadilla quirúrgica
Dorismar, cuyo verdadero nombre es Dora Noemí Kerchen, nació el 15 de marzo de 1975 en Buenos Aires, Argentina. Con una carrera de más de dos décadas, se consolidó como uno de los rostros más reconocidos de la televisión latina, participando en programas como «Caliente» de Univisión (2000-2006), ‘El Gordo y la Flaca’ y ‘Desmadruga2’. Su imagen, que la llevó a ser portada de revistas como Playboy y Maxim, fue parte fundamental de su capital profesional.
Sin embargo, en diciembre de 2025, La actriz reapareció ante el público con un rostro irreconocible envuelto en una férula nasal y con signos evidentes de un postoperatorio complejo.
La pesadilla quirúrgica de Dorismar: de un ‘retoque’ a tres cirugías fallidas
El problema empezó cuando Dorismar, como parte de una colaboración como imagen e influencer de una clínica, acudió al Dr. José Achar para una rinoplastia para corregir una leve asimetría en su tabique nasal.
- Los resultados de esta primera intervención en 2023 fueron desastrosos.
- Una fuente cercana al caso dijo a TVNotas: «El hueso de la nariz estaba peor. El cartílago que debía darle más volumen simplemente desapareció, quedó hundido».
En un intento de corregir el error, el médico realizó una segunda cirugía en la que supuestamente colocó un implante artificial sin el permiso de la modelo.
El cuerpo de Dorismar rechazó el implante lo que le provocó una infección con pus y el colapso de su tabique nasal. Pese a las complicaciones, el doctor Achar habría minimizado la situación, argumentando que se trataba de una «reacción normal».
- Convencido de una tercera oportunidad en 2024, Dorismar se sometió a otra intervención con la promesa de recibir un implante «de última generación» pero el resultado fue aún más grave: su nariz quedó retraída, con una cicatriz expuesta y graves dificultades para respirar.
Esperanza en Colombia: Reconstrucción con el Dr. Froilán Páez
Ante el daño físico y emocional, Dorismar tomó la decisión de viajar a Bogotá, Colombia, buscando una solución. Allí se puso en manos del reconocido otorrinolaringólogo y cirujano plástico Froilán Páez para una cirugía reconstructiva.
A través de un video en sus redes sociales, la actriz mostró un cauto optimismo. Con la férula nasal puesta, declaró: “Para los que no saben, después de haber pasado por una mala praxis viajé y hoy estoy en Colombia, Bogotá. Vine a operarme con el Dr. Froilán Páez… realmente estoy obteniendo muy buenos resultados, vi algo por ahí y estoy muy feliz”. Aseguró que se encuentra en los primeros días de rehabilitación y confía en la mejora continua.
El caso de Dorismar trasciende el mero escándalo del entretenimiento. Se presenta como una severa advertencia sobre los riesgos de la cirugía estética y la necesidad imperativa de una Regulación rigurosa y ética médica. Pone sobre la mesa la vulnerabilidad de los pacientes que, buscando mejorar, confían su imagen y su salud a profesionales cuyas prácticas pueden ser cuestionables.
