Ucrania prometió este domingo «represalias» por un ataque ruso a la ciudad de Odessa, en el que dos personas murieron y una catedral ortodoxa resultó gravemente dañada, mientras que Vladimir Putin aseguró que la contraofensiva ucraniana «ha fracasado». Además, hubo más de 20 monumentos históricos afectados.
El Ministerio del Interior de Ucrania informó dos muertos y 22 heridosentre ellos cuatro menores.
Según las autoridades ucranianas, Rusia lanzó 19 misiles por tierra, mar y aire contra esta ciudad del Mar Negro, fundamental para el tráfico marítimo de la zona. Nueve de esos proyectiles fueron derribados.
“Misiles contra ciudades pacíficas, contra hogares, contra una catedral”, dijo el presidente Volodimir Zelensky. «habrá represalias contra los terroristas rusos por lo ocurrido en Odessa», prometió.
ataque a la catedral
En los ataques, fue bombardeada la Catedral Ortodoxa de la Transfiguración, construida originalmente en el siglo XVIII y ubicada en el centro histórico de Odessa, bajo la protección de la UNESCO.
Los sacerdotes lograron rescatar íconos de los escombros dentro del edificio dañado.
«Era un ataque directo a la catedral y tres altares quedaron completamente dañados”, dijo el padre Miroslav, vicerrector del templo. Según él, el edificio está “gravemente dañado por dentro” y “solo el campanario permaneció intacto”.
El templo fue demolido bajo Stalin en 1936 y reconstruido en la década de 1990, después de la caída de la Unión Soviética. Ucrania describió el ataque como un «crimen de guerra» y agregó que la catedral «fue destruida dos veces, por Stalin y por Putin».
Más de 20 monumentos históricos afectados
Las autoridades ucranianas denunciaron que el ataque nocturno ruso contra Odessa también causó daños no solo a la Catedral de la Transfiguración sino también a 25 monumentos arquitectónicos del centro histórico de la ciudad, patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
El jefe de la administración militar regional, Oleg Kiper, escribió en un mensaje de Telegram que, según datos preliminares, «25 monumentos arquitectónicos fueron dañados por terroristas rusos durante la noche en Odessa».
«Los rusos apuntaron deliberadamente sus misiles al centro histórico de Odessa, que está protegido por la UNESCO.! ¡Todo lo que fue creado por grandes arquitectos con trabajo duro ahora está siendo destruido por monstruos cínicos!”, lamentó.
Precisó que entre los monumentos dañados se encuentran edificaciones de los siglos XIX y XX.
Versión de Rusia
Rusia culpó de lo sucedido en la catedral a las defensas aéreas de Kyivy afirmó por otra parte haber logrado todos los objetivos fijados en Odessa.
El ejército ruso dijo que había atacado durante la noche «instalaciones donde se estaban preparando actos terroristas contra la Federación Rusa».
Pero según los vecinos, los objetivos eran edificios residenciales.
«Aquí lo que tenemos son casas»; “Nada militar”, dijo a la agencia AFP Tetiana, una mujer que dirige un salón de belleza.
Odessa ha sido rbombardeado repetidamente desde que Rusia se retiró hace una semana del acuerdo de un año que permitía exportar grano ucraniano a través del Mar Negro.
Rusia afirmó que no se había cumplido su exigencia de que se levantaran las barreras a sus exportaciones de alimentos y fertilizantes, y advirtió que después de esto no habría más «garantías de seguridad» en el Mar Negro.
El ataque se produjo horas antes de una reunión en San Petersburgo entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo y aliado bielorruso, Alexander Lukashenko.
La reunión, que finalmente durará dos días, es la primera entre ambos líderes desde que Bielorrusia medió para poner fin al motín de los mercenarios del grupo Wagner en Rusia hace cuatro semanas.
Al comienzo de la reunión, en el Palacio Konstantinovsky, el presidente ruso aseguró que la contraofensiva ucraniana lanzada a principios de junio para intentar recuperar las tierras invadidas por Moscú en el sur y el este «ha fracasado».
El bielorruso se refirió a su vez al grupo Wagner, que ahora alberga en su territorio tras el acuerdo que puso fin a la rebelión el pasado 24 de junio, el mayor desafío al poder de Putin según muchos analistas.
Y lanzó un dardo a la vecina Polonia, ansioso por tener a los hombres de Wagner a las puertas de su frontera.
«Piden ir al oeste, y me piden permiso (…) para ir de viaje a Varsovia, a Rzeszow», en territorio polaco, le dijo Lukashenko a Putin, quien respondió con una sonrisa. “Pero claro, los mantengo en el centro de Bielorrusia, como acordamos”, agregó el líder bielorruso.
“Nosotros controlamos lo que está pasando”, insistió.
Con información de EFE y AFP
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